El Gobierno británico tiene una semana para dar vía libre al proceso de extradición
El ministro británico de Interior, Jack Straw, tendrá que definir en el curso de una semana, hasta el miércoles 2 de diciembre, si el proceso de extradición del general Augusto Pinochet, reclamado por el juez Baltasar Garzón, comienza o si por razones políticas permite al ex dictador regresar a Chile. Según los acuerdos alcanzados por la defensa de Pinochet y los abogados de la Fiscalía de la Corona británica, el general comparecerá el 2 de diciembre ante el Tribunal Central de Londres, situado en Bow Street, Londres para ver la causa de la extradición.
Teóricamente, si Straw se calla hasta esa fecha, el magistrado a cargo podría dejar a Pinochet en libertad, aunque ello se considera poco probable. El próximo paso ahora, tras la decisión histórica de cinco jueces de la cámara de los lores, es la decisión del ministro británico de Interior."El procedimiento ha sido bastante atípico hasta ahora", dijo una fuente jurídica cercana a la Fiscalía de la Corona. Los abogados de Pinochet actuaron antes del procedimiento de extradición apelando al Alto Tribunal de Justicia, donde consiguieron la inmunidad. El proceso de extradición como tal no comienza hasta que Straw decida mediante lo que se llama una authority qué pasa con la demanda de extradición de España. Hasta ahora, por razones lógicas, se ha mantenido neutral, pero ya no puede seguir haciéndolo.
No existe unanimidad sobre qué pasaría si Straw deja vencer el plazo sin decir palabra. Ciertas fuentes jurídicas aseguran que Pinochet podría quedar en libertad, sin cargos; pero otras fuentes señalan que el magistrado a cargo del procedimiento puede tomar decisiones en función de lo que se le pide desde España.
La hipótesis de que el ministro de Interior haga mutis por el foro no parece probable, habida cuenta de que cada día son más los países que parecen dispuestos a hacer cola detrás de la extradición solicitada por el juez español Baltasar Garzón.
Lo que sí se puede dar por garantizado es lo dilatado del procedimiento. Una vez que el caso se encuentre en manos de un magistrado, la decisión de éste puede ser recurrida ante el Alto Tribunal de Justicia nuevamente.
Y la resolución que éste vaya a adoptar es susceptible de ser apelada también ante el comité judicial de la Cámara de los Lores. No serían, lógicamente, los cinco jueces lores de ayer los que se encargarían del caso.
Fuentes jurídicas neutrales, expertas en extradiciones, señalan que hay casos que han durado cinco años en resolverse. "Depende de la capacidad para luchar legalmente", dijo una fuente.
Navidades en Londres
Un abogado de Amnistía Internacional, Andy McEntee, dijo ayer en la Cámara de los Lores a este periódico que "el procedimiento durará algunos meses; seguramente, el general Pinochet tendrá que pasar las Navidades no en Santiago de Chile sino en el Reino Unido".Jeremy Corbin, de Amnistía Internacional, advirtió ayer, tras el fallo, de que ha comenzado una fase muy difícil. "Las presiones internacionales sobre el Gobierno de Tony Blair serán enormes. Lo único que le pedimos es que simplemente diga que hay que iniciar la extradición, en línea con la decisión que han adoptado los jueces lores. Nada más que eso. Una declaración neutra pero a favor de iniciar el procedimiento", añadió.
El Convenio Europeo de Extradición establece que la petición del Estado que la solicita deberá cumplimentarse en un plazo de 40 días desde el momento en que llega la solicitud. En el caso de Pinochet, el Gobierno español la hizo llegar hace ahora dos semanas. Esto significa que quedarían 26 días aproximadamente para cumplimentar el procedimiento.
Sin embargo, en el Reino Unido se utilizan, además, otro tipo de plazos, más acordes con la ley interna. En realidad, el próximo 2 de diciembre se cumplirán 40 días desde que el general senador Augusto Pinochet fue detenido, el pasado 16 de octubre, en un hospital de Londres donde se estaba recuperando de una intervención quirúrgica para tratarle una hernia discal.
Fuentes judiciales dijeron anoche que el Gobierno de Tony Blair reaccionó con entusiasmo ante la detención de Pinochet a mediados de octubre pasado, una actitud que fue moderándose a medida que comenzaron los recursos jurídicos.
Ahora, dicen esas fuentes, después que los jueces lores han apostado fuerte por el derecho internacional, rompiendo con una tradición aislacionista, "el Gobierno estará a la altura de las circunstancias".
La misma fuente asegura que "Straw, uno de los favoritos de Blair, no va a dejar pasar la oportunidad para rentabilizar un caso que hasta los lores han apoyado al quitar la inmunidad al exdictador".
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