Isabel II anuncia el fin de los privilegios hereditarios de los lores británicos
La Reina Isabel II anunció ayer el inminente final de siglos de tradición y dijo que la próxima legislatura deberá eliminar los privilegios hereditarios de 759 lores como parte del programa de modernización emprendido por el Gobierno del primer ministro laborista de Tony Blair. El histórico discurso con el que la soberana de 72 años inauguró la sesión legislativa fue recibido en silencio por la aristocrática bancada de la Cámara Alta cuyos días quedan contados.De parte de los sectores parlamentarios afines a los proyectos del Gobierno partió en cambio un rumor de aprobación que contrastó con la solemnidad de la ceremonia anual en Westminster, este año algo diferente por una cierta flexibilidad en el protocolo: por orden de la reina la comitiva que la acompañó hasta su trono en el Parlamento fue más reducida. Y también por órdenes suyas, sólo algunos ujieres debieron caminar sin darle la espalda. Desde todo punto de vista la espléndida ceremonia fue relativamente más relajada que nunca.
Las palabras de la Reina, en un discurso de 20 minutos escrito por los ministros de Blair, constituyeron un vigoroso espaldarazo a las políticas del primer ministro, que está empeñado en abolir los derechos hereditarios a participación y voto en la Cámara Alta como parte de su ambicioso programa de reformas para modernizar el Reino Unido en el umbral del siglo XXI. La reina dijo que su Gobierno (Isabel II es la jefe de Estado en el sistema monárquico constitucional británico) va a poner en marcha "un proceso de reformas para que la Cámara de los Lores sea más democrática y representativa".
Sello de modernidad
La soberana también anunció otros 21 proyectos de ley para poner en marcha una serie de reformas profundas en el sistema de seguridad social, la educación, el empleo, la salud pública, los derechos sindicales, el sistema de pensiones y otros campos en los que Blair está empeñado en dejar su sello de modernidad y renovación. Pero la propuesta abolición de los derechos hereditarios de los lores podría obstaculizar el avance de esas leyes si, como se espera, los pares con derechos hereditarios deciden combatir por su anacrónica supervivencia política. Lo que se perfila inevitable, dicen analistas políticos, es una épica batalla constitucional que podría absorber toda la atención de la próxima legislatura.Blair acaba de comprobar cuan perniciosa puede ser la oposición de los lores. En un episodio sin precedentes, la Cámara de los Lores infligió la semana cinco derrotas consecutivas al plan con el cual el Gobierno laborista desea reformar la ley electoral para el Parlamento Europeo introduciendo el sistema de representación proporcional. La votación para el foro de Estrasburgo está prevista para junio próximo y en Londres existen dudas de que para entonces Blair haya conseguido eliminar la oposición en la Cámara de los Lores.
Los miembros más conservadores de la legislatura británica acusan a Blair de adoptar un sistema que, además de garantizarle la desaparición de privilegios tradicionales, le permite reemplazar a ciertos lores con elementos adeptos a sus políticas de centroizquierda.
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