Deutsche Bank anuncia que la fusión con Bankers Trust costará empleo
La fusión entre el banco alemán Deutsche Bank y el estadounidense Bankers Trust, que podría concretarse el próximo fin de semana y que dará lugar al mayor banco del mundo por volumen de activos, costará empleo. Así lo aseguró ayer uno de los directivos del banco alemán, Juergen Krumnow. Los recortes, que Krumnow no cuantificó, podrían afectar a empleados de Londres y de Nueva York. El nacimiento del gigante bancario (119 billones de pesetas en activos) levantó gran expectación.
Entre comentarios de los analistas, rumores (ayer se barajaba la posibilidad de que sólo en Estados Unidos, el recorte de empleo afectara a 1.000 empleados), entusiasmo inicial y dudas sobre los resultados económicos de la operación, la cotización del Deutsche Bank cayó ayer en la Bolsa de Francfort un 6,19%, con un importante volumen de operaciones.La preocupación por el empleo se extendió por plazas financieras importantes como Londres y Nueva York. La razón, simple. En los Estados Unidos, el Deutsche Bank tiene una plantilla de 2.000 empleados, mientras que en el Reino Unido, el Deutsche Bank mantiene 6.000 empleos y el banco estadounidense 3.000. Demasiados empleados haciendo lo mismo.
Tal y como aseguró ayer el portavoz de la entidad alemana, los recortes de empleo, que se dan por seguros e inevitables, afectarán a aquellas actividades de ambas entidades que se superponen, como la intermediación financiera. En palabras de Krumnow, la inevitable pérdida de empleos será consecuencia del "primer gran paso" en Estados Unidos.
Los directivos del banco alemán no han concretado si el coste estimado de la operación de fusión con Bankers, 9.200 millones de dólares (1,3 billones de pesetas) saldrá de los fondos propios de la entidad o se recurrirá a financiación externa.
Pasada la euforia del anuncio, análisis más calmados han puesto el acento sobre las incertidumbres de la operación. Bankers Trust, especializado en las inversiones en sectores considerados de alto riesgo, como los derivados, puede arrastrar, en opinión de algunos expertos, al Deutsche Bank a torbellinos financieros como los registrados el pasado verano a causa de la crisis rusa. La decisión del Deutsche Bank, además, ha sido criticada como una alternativa desvirtuada tras su fallido intento de adquirir bancos de inversiones como JP Morgan, Goldman Sachs o Merrill Lynch para introducirse en EE UU. "Soy optimista", manifestó el presidente del Deutsche, Rolf Ernst Breuer, "frente a las críticas".
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