El presidente de Argentaria dice que el proyecto Oil Dor se "complicó más de lo previsto"
Francisco González, el hombre que a través de FG Inversiones Bursátiles, hizo en 1991 el proyecto de viabilidad económico-financiera de la sociedad Oil Dor, declaró ayer en el caso Banesto que abandonó la citada firma en septiembre de 1993 porque "el proyecto no se había cumplido, era más complicado de lo que se pensaba y de más larga duración a lo previsto". En Oil Dor están acusados por presunta estafa Mario Conde, Arturo Romaní, Rafael Pérez Escolar y Fernando Garro. Los dos primeros por presuntos beneficios de 1.500 millones a través de Montilsa.
Francisco González, presidente de Argentaria, tras la venta de FG Inversiones Bursátiles, explicó que el empresario vinculado al mundo deportivo Carlos García Pardo le llamó en el verano de 1991 para pedirle asesoramiento para crear una red de 120 gasolineras en España, aprovechando el fin del monopolio de Campsa. González impulso un estudio a través de FG Inversiones Bursátiles y valoró el proyecto, mediante el método de descuento de flujos de caja, en unos 15.000 millones de pesetas. La idea, según explicó ayer González, era vender el proyecto a una empresa petrolera.En lugar de pagarle por el estudio, García Pardo ofreció a González, 20 millones de pesetas, una participación del 4% en el capital de Oil Dor. La sociedad Taretil, patrimonial de FG, asumió el 4%. Más tarde, en mayo de 1992, al concretarse una ampliación de capital de Oil Dor, Taretil fue sustituida por una filial de FG Inversiones Bursátiles llamada Maseru SL. En mayo de 1992, FG Inversiones Bursátiles realizó un nuevo proyecto de viabilidad para que la Corporación Banesto estudiase la compra de un 50% de Oil Dor porque el plan de entrada de una petrolera no parecía inmediato. En julio de 1992, sobre la base de una valoración de 12.000 millones para el 100% de Oil Dor, cuyo capital era de 400 millones, los accionistas, entre los que se encontraba la sociedad Montilsa (presuntamente de Conde y de Romaní), Cifuentes 2.000 (Pérez Escolar) e Inversiones Sanfergo (Garro) vendieron participaciones a la Corporación, obteniendo beneficios de 1.500 millones en el caso de los dos primeros; 178 millones, Rafael Pérez Escolar; y otros 178 millones, Fernando Garro. También Maseru vendió sus 800 acciones a 300.000 pesetas cada una, obteniendo una plusvalía de 200 millones.
La Corporación pagó la mitad al contado y la mitad en títulos de Banesto, una de las razones para entrar en el proyecto, ya que necesitaba quitarse "autocartera" o títulos del propio banco en su poder.
González admitió ayer que aún siendo buena la idea, el tiempo de maduración y el incumplimiento de los plazos en la compra de gasolineras (de 120 previstas sólo había 11 en 1993) llevaron a Oil Dor a la quiebra técnica en 1993. Entonces González, que era consejero, decidió abandonarla definitivamente. Oil Dor perdió 315 millones en 1992; otros 1.436 millones en 1993; y superó los 4.000 millones en 1994. La Corporación Banesto, ya en 1993, tuvo que inyectar 7.000 millones para evitar la quiebra que predijo González.
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