Pamplona aprueba su presupuesto entre insinuaciones de caos económico

El tripartito que gobierna Pamplona, formado por CDN, socialistas e Izquierda Unida, aprobó ayer el último presupuesto de esta legislatura asegurando que la oposición conservadora de UPN-PP hace demagogia cuando afirma que las cuentas municipales de 1999 "comprometen la viabilidad económica" del municipio y plantean un gasto "ilimitado" con una deuda "de escándalo". A más de 23.300 millones de pesetas (un 14,3% más que el pasado año) asciende un presupuesto que sólo logró el apoyo de los partidos que gobiernan el Ayuntamiento, ya que los dos grupos de oposición, UPN-PP y HB, rechazaron las cuentas aunque por motivos distintos. Al final, el pleno del municipio sacó adelante el proyecto con 13 votos a favor (un concejal de IU estaba ausente de vacaciones) y 12 en contra, con la ausencia de un concejal regionalista también por vacaciones. La corporativa de IU-EB Lidia Biurrun, responsable del área urbanística municipal, acusó a UPN de hacer demagogia y aseguró que los 8.600 millones de deuda viva que acumula Pamplona no son una cuantía preocupante y suponen en realidad un índice de endeudamiento del 5,18% frente al 9% del año 1995, ejercicio en el que el tripartito heredó el Ayuntamiento que dejaba UPN. Las cuentas del primer ayuntamiento navarro están claras: 8.900 millones para pagar al personal y 9.000 millones para inversiones reales. 2.350 millones se utilizarán para impulsar las reformas urbanísticas en distintos puntos de la ciudad, 600 para seguir avanzando en la recuperación del entorno del río Arga y otros 600 para culminar de una vez la peatonalización del centro histórico de la ciudad. Uno de los aspectos de la cuenta de ingresos, el hecho de que frente a los 7.900 millones que procederán de la recaudación de los impuestos se cuente con una previsión de más de 9.000 millones de pesetas de transferencias directas del Gobierno de Navarra, fue aprovechado por Miguel González Fontana, portavoz de UPN, quien acusó al tripartito de poner en grave riesgo la tesorería municipal, al establecer una grave dependencia del tutelaje foral.