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Hallado muerto en Colmenarejo el supuesto parricida de Las Rozas

La Guardia Civil encontró ayer tarde en el pantano de Valmayor, en el término municipal de Colmenarejo (2.300 habitantes), el cadáver de Francisco Javier Blanco Martínez, filólogo de 35 años que supuestamente asesinó de 16 puñaladas a su esposa, embarazada, en un chalé de Las Rozas. El cuerpo sin vida del presunto parricida estaba tendido sobre los asientos delanteros de su coche, un Volkswagen Golf ranchera de color rojo. Según las primeras investigaciones, el hombre pudo haber ingerido un bote de los barbitúricos que tomaba en su tratamiento psiquiátrico. La ingesta abusiva de este tipo de medicamentos puede conducir a una depresión respiratoria que provoca la muerte.La víctima llevaba sin vida entre 12 y 18 horas, a tenor del primer informe del forense, por lo que el hombre pudo quitarse la vida durante la noche del domingo, tras deambular más de un día por las carreteras de la región. Una patrulla del Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil descubrió el coche del supuesto parricida a las dos de la tarde. Les llamó la atención el coche, estacionado entre unas encinas y a unos diez metros de la orilla del pantano de Valmayor. Uno de los agentes vio el cuerpo del hombre tendido sobre el asiento del copiloto. El cuerpo no tenía signos de violencia.

Coche cerrado

Los agentes avisaron a los miembros de la Policía Judicial.Todas las puertas del coche estaban cerradas. Los agentes rompieron una de las ventanillas y abrieron la puerta posterior del coche. La Guardia Civil registró el vehículo durante dos horas.Francisco Javier estaba acusado de matar a su mujer el pasado sábado en un chalé de la urbanización Punta Galea. Tras el crimen, el supuesto homicida se dio a la fuga en su Volkswagen rojo, hecho que motivó un espectacular despliegue de agentes por la región y las provincias limítrofes.

Según la Delegación del Gobierno, el sospechoso telefoneó esa misma tarde a su padre para comunicarle que iba a suicidarse tras acabar con la vida de su mujer. El matrimonio residía en un chalé adosado de la calle de la Playa de Gandía. El inmueble era propiedad de los padres del hombre. Antes, el matrimonio había vivido en Londres por motivos de trabajo, y no fue hasta hace cuatro años, recién nacido su único hijo, cuando regresaron a España.

El hombre carecía de antecedentes policiales y, siempre según las primeras versiones, no maltrataba a su mujer, de 39 años. Su equilibrio psiquiátrico, sin embargo, era objeto de tratamiento. La semana pasada, Francisco Javier visitó al especialista. Este factor pudo influir en la agresión conyugal.

La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de San Lorenzo de El Escorial ordenó ayer a las cuatro de la tarde el levantamiento del cadáver y decretó el secreto de sumario.

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