Una pequeña formación liberal da su apoyo a Maragall
El socialista Pasqual Maragall ya tiene liberales que le apoyen en la batalla para la presidencia de la Generalitat. Una pequeña formación, el Partido Demócrata Liberal (PDL), le comunicó ayer que pone "todos sus efectivos" a su disposición para arrebatar la presidencia a Jordi Pujol. El PDL es un partido pequeño, pero tiene una historia relativamente larga. Su presidente es Juan Carlos Giménez-Salinas, quien en las últimas elecciones legislativas encabezó la candidatura denominada Unión Centrista, formada por el PDL y los restos del partido fundado por Adolfo Suárez, el Centro Democrático y Social (CDS). Obtuvo unos 3.500 votos en Cataluña y cuenta con un millar de afiliados. Giménez-Salinas y otros ocho dirigentes del PDL se entrevistaron ayer por la tarde con Maragall durante una hora y media en la sede del partido socialista. Al termino del encuentro, Giménez-Salinas habló así: "Hace ya muchos años que Convergència domina Cataluña y ya es hora de que haya un cambio. Maragall es la persona que tiene fuerza suficiente para conseguirlo". La decisión no ha sido fruto de ninguna negociación, sino de la convicción política del PDL de que ahora conviene sumar fuerzas en torno a la candidatura de Maragall. Giménez-Salinas quiso dejar claro que sus liberales no se integrarán en la candidatura del PSC. "Somos un partido liberal y no hemos negociado nada con el partido socialista. Ni listas, ni coaliciones, ni nada de este estilo", afirmó. La larga conversación puso de manifiesto, según explicó Giménez-Salinas, una "afinidad intelectual y política" con Maragall que confirmó a los liberales en su opción. Expresó con claridad que se trata de una coincidencia política, no ideológica "Apoyamos a Maragall", dijo, "no como socialista, sino como presidente. Cuando fue alcalde llevó a cabo una gran gestión, que es una garantía. Es una persona abierta, no un duro hombre de partido". El PDL es un partido cuya principal función es mantener vivo el legado liberal que sus miembros heredaron de Joaquín Garrigues Walker, en los primeros años de la transición. Siempre han practicado una política de acuerdos con otros partidos. Primero contribuyeron a crear la Unión de Centro Democrático (UCD). Después constituyeron en el resto de España el grueso del Partido Reformista Democrático (PRD), cuyo candidato a la presidencia del Gobierno fue el convergente Miquel Roca. Más tarde se coaligaron con Alianza Popular (AP) y muchos de sus miembros se integraron luego con ésta en el actual Partido Popular (PP). Pero el núcleo de Cataluña se apartó del PP cuando la pugna entre Jorge Fernández Díaz y Aleix Vidal-Quadras. En las pasadas elecciones legislativas denunciaron la deriva neoliberal, nada centrista, seguida por José María Aznar y concurrieron a las elecciones aliados con los restos del suarismo. A las próximas autonómicas no concurrirán, dijo ayer Giménez-Salinas, "porque en Cataluña hace falta un cambio, porque Pujol lo ha hecho muy bien y ha demostrado que es un gran político, pero ahora ya son demasiados años".
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