Impasibilidad

Gracias. Sí, gracias por ser tan poco profesionales y por hacer caer en el olvido el lema por el que no sólo deberían regirse, sino por el cual decidieron encauzar su vida: "Ayudar, proteger y servir al ciudadano". Fue hace unos días cuando descubrí que dos agentes de la Policía Municipal de Pozuelo de Alarcón carecían de dicho sentimiento, a pesar de que es posible comprobar esto mismo en otros de localidades cercanas.Tuvimos un irrelevante, pero no por ello agradable, percance de tráfico en el que nuestro coche y otro que siguió su camino se vieron implicados, aunque el peor trago estaba aún por llegar. Dos agentes locales se personaron en el lugar y, como si algún delito terrible hubiéramos cometido, actuaron con una prepotencia, tono, trato y chulería injustificables, y menos si esta actitud va destinada a jóvenes nerviosos que acaban de tener un pequeño susto con el coche. "¡Sacad los DNI!", o "¡tú, payaso, cállate, que aquí no pintas nada!" (refiriéndose a un amigo que intentaba infructuosamente que los agentes nos tratasen con un poco más de respeto y en un tono más apropiado), fueron las palabras con las que nos "calmaron y animaron" tras bajarse del vehículo policial. Qué fue de aquello de "¿hay alguien herido?", o "no se preocupen, que no tiene mayor importancia...". ¡Algo tranquilizador! ¿Es que hay que crear un grupo especial, la policía "de proximidad", para que se trate de forma correcta a la gente?

Está claro que, en vez de serenar después del accidente, iban a asustarnos (¿por qué?), ya que si no, ¿cómo se explica que, después de todo el abuso y actitud desafiante de los que fuimos objeto, no le hicieran ni siquiera la prueba de alcoholemia al conductor? ¿Tal vez porque era evidente, incluso para ellos, que iba a dar negativo? ¿Es justo que a los jóvenes se nos trate de esta manera?

Sólo una frase más: señores agentes, sean "duros" e implacables, si es que es lícito serlo, con delincuentes, violadores o conductores borrachos, pero sean más respetuosos ante un control o percance similar, con las personas a las que deberían servir, proteger y, sobre todo, ayudar.-