"Si damos la impresión de ser sólo técnicos del poder, fracasaremos"

"Los modernizadores fracasarán si no elaboran una nueva idea política". Quien así habla es Bodo Hombach, el estratega electoral y mano derecha del canciller alemán Gerhard Schröder, un veterano socialdemócrata que se ha curtido en diversos frentes, desde los sindicatos al mundo empresarial (fue ejecutivo de dos empresas siderúrgicas alemanas), pasando por las campañas electorales, incluida la del presidente surafricano, Nelson Mandela. En una entrevista con cinco diarios europeos, incluido EL PAÍS, Hombach, de 46 años, habló de su visión política y de sus planes como ministro responsable de la cancillería."Si producimos la impresión de que sólo somos técnicos del poder, de que no tenemos ninguna filosofía política, entonces estaremos condenados al fracaso a medio plazo", dice Hombach, quien acaba de publicar un polémico libro sobre el nuevo centro alemán, equivalente a la tercera vía del británico Tony Blair.

"No soy ningún disidente de la socialdemocracia", sino "un viejo funcionario del partido que está en el sistema desde que tenía 16 años", puntualiza Hombach, considerado como el cabeza de fila del sector liberal del SPD. El político insiste en que "el punto de partida" de la actividad política es "la realidad". Su enfoque es el "pragmatismo radical". "Lo que hay que hacer y el criterio moral del éxito sólo puede derivarse de la realidad", señala. "Nuestra tarea es formular una nueva idea política para este enfoque pragmático de la realidad".

Las imágenes y metáforas son su debilidad. Compara el nuevo centro con el avión norteamericano que no es detectado por el radar convencional. El aparato existe, pero el radar político no está todavía sintonizado para captarlo. En cuanto al sistema social, éste "debe ser un trampolín que hace saltar a la gente hacia el mercado de trabajo, no una red donde uno se queda prisionero".

Los comienzos del nuevo Gobierno rojiverde han sido tímidos en lo que se refiere a las reformas económicas. Hombach no se deja poseer por el pánico. "Hay algunos que han leído en Maquiavelo que uno debe poner en práctica las medidas más duras desde el principio... Esas gentes no son teóricos modernos". "El instrumento con el que concebimos las reformas fundamentales en Alemania, y que queremos poner en práctica, es la Alianza por el Empleo", señala. "Si no queremos realizar una política de bloqueo, sino cambiar la situación a fondo - en una sociedad plural como ésta- necesitamos una técnica que no provoque oposición, sino que la reduzca". "El verdadero instrumento para introducir los cambios es una política sabiamente equilibrada entre lo que se da y lo que se toma", explica.

La Alianza por el Empleo caracterizará toda la legislatura, dice Hombach, que, con el fin de tener más elementos de acuerdo, es partidario de introducir cuanto más asuntos mejor en las negociaciones que reunirán a sindicatos, patronal y representantes del Gobierno el 7 de diciembre. A favor de coordinar la lucha contra el desempleo a escala europea, Hombach cita tres puntos de colaboración. El primero es la lucha contra el paro de larga duración, por la vía de la formación profesional. El segundo es "la subvención del sector de salarios más bajos" en lugar de subvencionar el paro. "En Alemania tenemos un volumen de 600.000 millones de marcos en trabajo ilegal. El paro cuesta 180.000 millones. Queremos acercar la oferta y la demanda de trabajo haciendo que el empleo sea menos caro". El tercer punto es estimular la creación de nuevas empresas.

"Las industrias clásicas están sometidas a una presión de productividad tal que no pueden ser las máquinas de crear empleos. Las verdaderas máquinas de crear empleos serán los empresarios que salgan a la escena internacional con nuevos productos, nuevas ideas y nuevos diseños".

Romper los esquemas

Hombach cree que "no existe un conflicto entre la izquierda y la derecha" en el SPD, sino gente que se niega a romper con los esquemas a los que está habituada. Hombach, que dirige un grupo de trabajo con el ministro británico Peter Mandelson, es partidario de que los socialdemócratas europeos inicien una discusión conjunta sobre la reforma. En su opinión, el marco apropiado de esta discusión no es la Internacional Socialista, donde el ex jefe del Gobierno español Felipe González trabaja en cuestiones parecidas, sino un marco europeo.