Bonn reducirá su aportación en casi medio billón de pesetas
La reivindicación alemana de reducir su saldo negativo con la Unión Europea no ha caído en saco roto. La aplicación a Alemania de las mismas propuestas que pueden hacer perder a España 410.000 millones de pesetas al año de ayudas comunitarias ponen de relieve que Bonn reduciría su déficit presupuestario con Bruselas en casi medio billón.El grueso del retorno que Alemania obtendría a cambio de su contribución a la UE tiene su origen, sorprendentemente, en los fondos estructurales convencionales. A la chita callando, conseguiría aumentar en 173.000 millones de pesetas anuales las ayudas procedentes de los objetivos 1, 2 y 3, mientras que España podría perder 138.000 millones de pesetas por ese mismo concepto.
La supresión del fondo de cohesión para los países que ingresen en el euro le supondría a Bonn un ahorro de 124.000 millones de pesetas, aunque ésta es una posibilidad que parece perder fuerza tras los dictámenes en contra del Parlamento Europeo y de los servicios jurídicos del Consejo de Ministros.
Esfuerzo de convergencia
La tercera modalidad de ahorro para el nuevo Gobierno socialdemócrata sería la introducción de la cofinanciación, por cada Estado miembro junto con la Comisión, de la política agrícola. Bonn podría guardarse 117.500 millones. Por último, la supresión del llamado cheque británico comportaría un ahorro de 82.500 millones de pesetas.Los ajustes que ha vivido la economía alemana en los últimos años para cumplir los criterios de convergencia del euro están en el origen de las exigencias germanas. Hasta entonces Bonn nunca había dado demasiada importancia a un déficit presupuestario con la UE, que en 1995 alcanzó la cifra récord de 2,26 billones de pesetas y que en 1997 fue aún de 1,84 billones. Si en ese ejercicio hubieran entrado en vigor todas las propuestas que ahora se manejan para la financiación futura comunitaria, el déficit alemán habría sido de 1,35 billones, una cifra siempre superada desde 1992.
Las propuestas que maneja Bruselas buscan reducir el déficit alemán por la vía de los gastos. Se trata de satisfacer a Bonn sin tener que plantearse la menos comunitaria de las soluciones: el cheque nacional.
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