Una comisión actualizará las leyes de derecho civil que apruebe el Parlament

El Departamento de Justicia de la Generalitat impulsará la creación de una comisión codificadora con el fin de revisar y actualizar todas las leyes referidas al derecho civil que haya aprobado o apruebe el Parlament. La consejera Núria de Gispert pretende, de esta manera, implicar más a los juristas con las instituciones catalanas. "Si fueron elementos de construcción nacional en tiempos de resistencia, ¿por qué no pueden serlo en tiempos de convivencia?", se preguntó.

De Gispert expuso estas y otras ideas en la clausura de las jornadas sobre derecho civil catalán celebradas durante dos días en Barcelona. La consejera considera que después de la aprobación de 28 leyes referidas al derecho civil catalán desde la restauración de la Generalitat, ha llegado el momento de lograr la normalidad jurídica. Por eso anunció que se creará el Observatorio del Derecho Privado en Cataluña, para analizar y debatir la aplicación de las leyes autonómicas, estatales y comunitarias que regulan las relaciones entre las personas. Y en el marco de ese observatorio, la consejera explicó que se constituirá una comisión codificadora que actualizará los textos que apruebe el Parlament y dará cuerpo al futuro Código Civil de Cataluña, que sustituirá a la compilación de 1960. Desde la restauración de la Generalitat algunas leyes aprobadas en esta época, como la de adopción o la de protección de menores, se han reformado o están en vías de reforma por haberse demostrado que su aplicación ha sido bien distinta a la prevista o comprobado que han quedado desfasadas. Esa actualización siempre ha partido del Departamento de Justicia o de las iniciativas parlamentarias, pero la consejera propone ahora que sean los juristas quienes debatan primero esa necesidad de reforma. Doctrina militante "Nos hará falta una doctrina jurídica catalana sólida, receptiva y militante, sin que ello signifique rebajar el rigor, sino reforzarlo", explicó De Gispert. Según la consejera, el futuro Código Civil catalán ha de ser una herramienta de identidad nacional, pero también de progreso social. Sin embargo, la consejera explicó que debe evitarse la tentación de hacer de Cataluña "una reserva antropológica del derecho civil privado", así como la de "ser la probeta ideal en manos de la doctrina, donde se puedan experimentar fórmulas nuevas y atrevidas". De Gispert propone una solución intermedia: "Sin renunciar a crear una sociedad pionera, hemos de ser conscientes de que el derecho está en función de la sociedad de un tiempo concreto, y no al revés", y entiende que el derecho civil ha de ir "inmediatamente por detrás de la sociedad, pero respetando también los principios clásicos del derecho". La consejera de Justicia cree que el Código Civil de Cataluña "ha de ser la ley de todos los catalanes", necesaria para responder a las exigencias del siglo XXI. Por eso reclamó una participación activa de los juristas, "para dar herramientas a la clase política" y lograr un consenso en cuestiones legales que afectan, dijo, "a nuestra identidad como pueblo".