La policía británica alerta sobre nuevas, peligrosas y potentes drogas de diseño
Dos nuevas drogas de diseño hasta 33 veces más fuertes que el éxtasis se están extendiendo de forma preocupante por los locales nocturnos del Reino Unido, según advirtió ayer la policía británica. Una de ellas, llamada flatliner, ha causado la muerte de tres personas en los últimos meses. La otra se conoce como DOB, y es también muy poderosa.Flatliner -la palabra viene a significar "algo que provoca un electrocardiograma plano"- es un término de jerga que usan los jóvenes londinenses para referirse a un paro cardiaco, lo que da una idea del humor negro con que los usuarios de esta droga se toman su peligro. Pero la policía asegura que muchos jóvenes la compran como si fuera éxtasis, sin tener una idea clara de su verdadera potencia.
"Creemos que la diversificación del mercado del éxtasis puede conducir a nuevos fallecimientos", dijo ayer Les Fiander, portavoz de la unidad de drogas del National Criminal Intelligence Service (NCIS) británico. "Los usuarios que creen estar comprando éxtasis podrían descubrir fácilmente que algunas pastillas no contienen nada más activo que la leche en polvo; pero otras pueden contener dosis letales de droga: todas esas tabletas tienen el mismo aspecto".
Los responsables del NCIS señalan la ironía que supone el hecho de que los traficantes estén empezando a ofrecer nuevas drogas de diseño como consecuencia del éxito de las campañas policiales para frenar el consumo del éxtasis original.
Los usuarios de estas nuevas pastillas dicen que obtienen al tomarlas una acentuada sensación de bienestar, emociones intensas y una mitigación de la actitud estirada, tan tradicional entre los británicos. Las nuevas drogas se consumen en ciertos locales underground donde se baila toda la noche, y también a veces en descampados o almacenes abandonados.
"El mercado se ha vuelto ansioso de nuevas drogas, y de la gran cantidad de dinero que se puede hacer con ellas", dijo Fiander. "Los fabricantes y los traficantes están lanzando cualquier tipo de sustancia que encuentre un comprador. Los usuarios actuales no saben lo que están comprando, y no tienen forma de saberlo hasta que se les sube. Por desgracia, para entonces puede ser demasiado tarde".
El delegado gubernamental británico para las drogas, Keith Hellawell, lanzó también ayer una campaña para educar a los adolescentes y a sus padres sobre el riesgo que conlleva el uso de estas sustancias.
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