Muere en accidente de tráfico el director de cine Alan J. Pakula

Alan J. Pakula, director de filmes como Todos los hombres del presidente, sobre el caso Watergate, o las más recientes El informe Pelícano y La sombra del diablo, tuvo ayer un triste y repentino fin en la autopista de Long Island, en Nueva York, cuando se estrelló contra su parabrisas una barra de metal, golpeándole fatalmente en la cabeza. Pakula, de 70 años, era respetado como uno de los grandes directores de Hollywood.

Alan J. Pakula (Nueva York, 1928) tiene una extensa filmografía en la que figuran algunas obras que, por su tema y tratamiento, marcaron una época o, por lo menos, generaron el debate. Entre ellas destaca Todos los hombres del presidente (1976), en la que recoge los pormenores de la investigación periodística de Carl Bernstein (interpretado en el filme por Dustin Hofman) y Bob Woodward (Robert Redford), del Washington Post, tras las pistas que desembocarían en el caso Watergate, que acabó con la presidencia de Richard Nixon.Pero la carrera de Alan J. Pakula dentro de las artes del espectáculo se inició muchos años antes, a mediados de los años 40, como director y productor de obras teatrales. Su amistad con el productor de televisión Robert Mulligan los lleva a asociarse y se estrenan con Matar a un ruiseñor (1962), dirigida por Mulligan, Amores con un extraño (1964) y La noche de los gigantes (1966).

La inclinación y preferencia de Pakula por el cine de suspense y las tramas de intriga e investigación que combinan corrupción e intereses políticos, queda en evidencia desde sus primeros trabajos como director. Tras The sterile cuckoo (1969), encuentra su primer éxito con Klute (1971), en la que Jane Fonda interpreta a una chica de alterne, un papel que le vale un oscar como mejor actriz.

Pakula continúa con una evocación del asesinato de Kennedy en El último testigo y poco después dirige Todos los hombres del presidente, con la que tuvo una repercusión mundial. Sin embargo, muchos consideran que su primera gran película fue Llega un jinete libre y salvaje (1978), un western moderno y crepuscular que no llega a conquistar al gran público.

Política e intriga

Su posterior carrera en esos años tiene filmes de irregular calidad, pero cada cierto tiempo vuelve a ser recordado por el público, sobre todo con La decisión de Sophie (1982), sobre una judía polaca (Meryl Streep) que escapa delos campos de concentración con dos hombres muy distintos; Presunto inocente (1990), una intriga protagonizada por Harrison Ford y El informe Pelícano (1993), basada en la novela de John Grisham. Su último filme, estrenado en España el año pasado, fue La sombra del diablo, en el que Harrison Ford y Brad Pitt crean un memorable dúo interpretativo.Pakula, un progre a la americana, conjuga su interés por los temas candentes y polémicos con una alta dosis de trucos hollywoodenses. Su interés por los entresijos del poder y, en particular por los trapos sucios de la Casa Blanca, fueron una constante en su trabajo. Él mismo confesaba, hace tres años en una visita a Madrid, cómo veía las relaciones entre el cine y la política en su país. "En Estados Unidos hay un atractivo entre la gente del cine y los políticos", dijo. "Creo que hay cierto paralelismo, no intelectualmente, pero sí desde el punto de vista afectivo. Una vez que has probado el enorme éxito público, puede resultar muy difícil, en muchos casos, seguir viviendo sin ello, por lo que necesitan que el poder se perpetúe y que se encuentren frente al problema de que el fin justifiquelos medios. Ésto puede llevarlos a inmensas corrupciones".