Netanyahu condiciona el repliegue a que Arafat "cumpla con su parte"
Tras múltiples retrasos, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reunirá hoy a su Gobierno para dar luz verde al comienzo de la retirada de Cisjordania pactada en el Memorando de Wye, firmado en Washington el 23 de octubre. Sin embargo, antes de proceder a la aprobación definitiva, Netanyahu advirtió de que para ordenar el comienzo del repliegue de un 13% de Cisjordania -unos 650 kilómetros cuadrados- tendrá que tener certeza de que el presidente palestino, Yasir Arafat, "ha cumplido con su parte".
La reunión del Gabinete pasará examen a la actuación de Arafat desde la firma del memorando y, para dar su aprobado, le exige el texto de dos decretos: uno en el que se prohíba la incitación a la violencia y otro para comenzar la confiscación de las armas que ciudadanos particulares palestinos poseen de forma ilegal. Netanyahu también quiere la confirmación de que la policía palestina ha detenido a 10 de los presuntos terroristas que figuran en la lista de los 30 delincuentes más buscados por el Estado de Israel.Una vez que las aclaraciones dejen satisfechos a los ministros, el repliegue recibirá el visto bueno definitivo y se procederá a su ejecución. En esta primera fase, de las tres contempladas en el memorando, se devolverá a los palestinos el 2% de Cisjordania.
La entrega afectará a la zona próxima a las ciudades de Jenin y Nablus y, formalmente, consistirá en el traspaso de ese 2% de territorio de lo que se denomina "Zona C" (bajo control total israelí) a la denominada "Zona B" (administración civil palestina y control de seguridad compartido).
Al mismo tiempo, el estatuto del 7,1% de territorio transferido anteriormente a la categoría de "Zona B" se convertirá en "Zona A" (totalmente bajo control palestino).
Esta primera fase del repliegue lleva aparejada también la concesión del permiso para la apertura del aeropuerto palestino de Dahaniya, en la franja de Gaza, y de dos carreteras que permitirán el "paso seguro" de palestinos entre Cisjordania y Gaza. Además, Israel liberará a 250 presos palestinos, que cumplen condena actualmente en sus cárceles.
Delincuentes comunes
La Autoridad Palestina ha mostrado su más enérgico rechazo a una lista de los presos que van a ser liberados, porque considera que se trata de delincuentes comunes y no de "presos políticos". "No hemos ido a Washington para obtener la libertad de 100 ladrones de coches", aseguró tajante el ministro palestino de Prisiones, Hisham Abed el Razek.Si el Gobierno aprueba la devolución, como parece probable, la logística para el repliegue del ejército israelí ha sido ultimada. El plan ha sido bautizado con el nombre en código de "tarjeta de visita" y su ejecución durará poco más de tres horas.
Es posible que esta primera fase se lleve a cabo hoy mismo, aunque de no ser así se realizaría como muy tarde mañana viernes. Al contrario que en ocasiones anteriores, los israelíes no deberán abandonar ningún cuartel o edificio público.
El acto consistirá en un apretón de manos entre militares y en el intercambio de mapas. Luego, los militares israelíes marcarán con mojones los límites de las respectivas zonas y cambiarán la señalización de las carreteras para advertir a los conductores que están circulando por una zona bajo control de los palestinos.
Salvados los escollos para el repliegue, el clima del diálogo entre israelíes y palestinos ha mejorado notablemente. Ayer se reanudaron las conversaciones al más alto nivel, con un encuentro entre el ministro de Exteriores israelí, Ariel Sharon, y el jefe negociador palestino, Mahmoud Abbas. Se trata del primer encuentro de cara a la negociación para el estatuto final y, según el dirigente palestino, "las negociaciones formales podrán comenzar dentro de una semana o diez días".
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