Alfonso Armada refleja el drama de África en un cuaderno íntimo

Cada noche antes de entregarse al sueño el periodista Alfonso Armada (Vigo, 1958) trata de reunir en unas pocas líneas las emociones del día. Sabe que la batalla está perdida de antemano porque al final todo se diluye, pero desde que tenía 18 años emborrona cuadernos escolares de páginas cuadriculadas. Cuadernos africanos (Península) reúne sus crónicas publicadas en EL PAÍS sobre el genocidio en Ruanda como su último viaje realizado por el Congo, e incluye también otras vivencias de sus cuadernos íntimos sobre África.Cuadernos africanos contiene más preguntas que respuestas. Cada viaje como enviado especial de EL PAÍS fue para cubrir conflictos y situaciones desesperadas. "El libro está cargado de escenas desgarradoras", aseguró ayer el periodista poco antes de la presentación del libro. "Pero también hay mucha vida cotidiana y pequeñas escenas de teatro que fueron escritas allí. La imagen de África es la de una sociedad que estalla, pero luego en el contacto con sus habitantes descubres cosas que hemos perdido en Occidente; te engancha el contacto humano y su naturaleza apabullante".

Alfonso Armada habló ayer muy poco durante la presentación de su libro y sólo leyó un par de fragmentos de la obra en la Residencia de Estudiantes de Madrid, cuyo salón de actos estaba lleno de un público que aplaudió y participó de las bellísimas canciones nubias de la sudanesa Rasha y el instrumentista Eliseo. El libro fue presentado por la escritora Josefina Aldecoa, quien destacó su gran calidad y el ser el testimonio de un testigo de este tiempo que no quiere cerrar los ojos y los oídos a la realidad.

El periodista Manu Leguineche envió al acto un texto, que fue leído por la editora del libro, Anik Lapointe, en el que apoyó la postura de Armada de ponerse del lado de los que padecen la historia y contar siempre la verdad. El también periodista y escritor Javier Reverte se identificó con los escritores, que como Armada, están del lado humano y calificó al libro de "duro y valiente, sin concesiones", informa José Ramón Ariño.