El candidato ofrece a los sindicalistas que participen en el programa socialista

José Borrell lanzó ayer un vehemente ofrecimiento de colaboración a los sindicalistas de izquierda para que participen en la elaboración del próximo programa electoral del PSOE, que él va a coordinar, y para que encuentren motivos de apoyo a su candidatura a la presidencia del Gobierno.Borrell presidió la presentación de una plataforma de apoyo de sindicalistas a su proyecto en un acto organizado en la sede federal del PSOE y al que asistieron 130 personas. Entre los asistentes se encontraba Manuel Fernández, Lito, secretario general de la federación del metal y construcción de UGT. Entre los firmantes del manifiesto que da presentación a dicha plataforma se hallan también el presidente de esa misma federación ugetista, Manuel Garnacho, y Julián Ariza, secretario de estudios de la ejecutiva confederal de CC OO.

El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno quiso dejar claro que la plataforma no expresa el apoyo de las organizaciones sindicales como tales sino de dirigentes suyos, a título personal, si bien su presencia trata de aportar un cierto simbolismo de confluencia entre la izquierda política y la izquierda social.

'Regalo' fiscal

El candidato socialista a La Moncloa se extendió en la crítica a la política del Gobierno presidido por José María Aznar que, según él, queda bien caracterizada en el regalo fiscal que va a hacer a las rentas más altas y que va además a ser costeado por los trabajadores. Borrell acusó a los populares de la injusticia que supone aumentar la fiscalidad sobre las rentas que dependen de un salario mientras dejan más libres las rentas del capital y aumentan los impuestos indirectos, "que son los más injustos porque los pagamos todos con independencia de nuestros ingresos".El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno aseguró que la política fiscal del actual Ejecutivo supone una bomba de relojería en las bases de los sistemas de protección social, y que les harán inviables en el futuro. "Esto es algo que todavía no se ve, pero por eso mismo hay que advertirlo y repetirlo, no sólo una voz sino mil voces. Es un discurso que no se quiere oír", máxime cuando el Gobierno bombardea el lema de que España va bien, aunque no a todos les va igual de bien, dijo.

Borrell exhortó a sindicalistas y empresarios para que traten de establecer una reducción de la jornada laboral a las 35 horas semanales, si bien se cuidó de no asegurar que él impondrá ese objetivo por vía legislativa, tal y como había pedido poco antes un dirigente ugetista. El candidato socialista a La Moncloa se limitó a enunciar la intención de plasmar ese objetivo en el programa electoral del modo más conveniente.