La espectacular fuga del preso de Nanclares sólo duró unas horas
El dispositivo de control establecido por la Ertzaintza dio al traste con la fuga que el pasado domingo llevó a cabo un recluso del centro penitenciario de Nanclares de la Oca. Alberto R. A., de 25 años de edad y natural de Durango fue detenido en la madrugada de ayer por una patrulla de cuando se dirigía a comprar droga en el barrio bilbaíno de las Cortes con el síndrome de abstinencia a cuestas. Por su parte, la dirección del centro ha abierto una investigación para determinar las circunstancias en que se produjo la fuga y si se han de tomar medidas disciplinarias, después de que el preso burlara la vigilancia de los funcionarios de la prisión. Alberto R. A. cumplía varias condenas por robo. Su buen comportamiento había llevado a la dirección del centro a concederle la condición de recluso de confianza, lo que le permite asumir algunas tareas y una mayor movilidad por ciertas dependencias del centro penitenciario. Un cúmulo de circunstancias que tienen escasas posibilidades de concurrir, según el director del centro Jesús Moreno, "llevaron a que Alberto R. A. accediera a una zona no autorizada sin que los vigilantes pudieran detectarlo". Quien sí se apercibió de esta situación irregular, a las 19.00 horas del domingo pasado, fue un agente de la Ertzaintza, a quien corresponde la vigilancia exterior de la cárcel. Sin embargo, en ese momento ya había superado el primer muro y escalaba la pared exterior, desde la que se descolgó hacia la libertad valiéndose de una cuerda. PASA A LA PÁGINA 4
El fugitivo sufría el síndrome de abstinencia cuando fue detenido
VIENE DE LA PÁGINA 1 Inmediatamente de producirse la fuga, la Policía vasca puso en marcha el dispositivo de captura del fugado, que se desarrolló en las horas siguientes hasta lograr detener a Alberto R. A. en un lugar en el que no ofreciera resistencia. El director de la prisión de Nanclares, Jesús Moreno, confirmó ayer que la detención del recluso fugado en el barrio bilbaíno de Las Cortes no fue "una casualidad". "Esta persona ha sido detenida en ese lugar porque las patrullas que le seguían consideraron que era el momento más propicio. Se estableció una operación por la que casi se podría decir que el fugado acudió a la presencia de agentes de la Ertzaintza, que ya sabían de quién se trataba", señaló. Al parecer, el recluso sufría un síndrome de abstinencia agudo e intentaba conseguir una dosis de droga. Mientras por la tarde del domingo la Ertzaintza distribuía sus fotografías por hospitales, farmacias y comisarías dentro de la operación para detenerlo, Alberto R. A. tuvo tiempo de llegar a Vitoria y cometer un delito similar a los que le llevaron a la cárcel: en el barrio vitotiano de Ariznavarra robó un Opel Corsa que le trasladaría a Bilbao.
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