Siguen saliendo bueyadas
Si siguen saliendo bueyadas será imposible que la afición llene la plaza, que los toreros triunfen y menos que surja una nueva figura de entre los jóvenes espadas mexicanos, metas de la nueva gerencia de la plaza.Por tercera temporada consecutiva los ejemplares de Vistahermosa (lidiados con anterioridad el 22 de diciembre de 1996 y el 9 de noviembre de 1997) fueron unos moruchos cualquiera.
Lo único que salvó ligeramente del fracaso la segunda corrida de la temporada fue el esfuerzo de Manuel Caballero de estar ahí y los pares de banderillas de Acosta y Preciado. Al mansejo segundo Caballero lo saludó garbosamente con una serie de vistosas verónicas. En el último tercio se fue a los medios y sin quitarle la sarga de la cara ligó redondos en los que hacía más de enfermero que de lidiador al ayudar a la endeble res a terminar su recorrido.
Vistahermosa / Gutiérrez, Caballero, Lahoz
Toros de Vistahermosa, presentables, descastados y débiles, excepto 1º; 2º, 3º, 5º y 6º, pitados en el arrastre por su excesiva mansedumbre.Jorge Gutiérrez: pinchazo y estocada caída tendida (silencio); pinchazo hondo y estocada desprendida tendida (silencio). Manuel Caballero: media y descabello (ovación y saludos); media desprendida y tendida (palmas). Miguel Lahoz: pinchazo, dos pinchazos hondos, dos descabellos -aviso- y dos descabellos (silencio); pinchazo hondo -aviso- y descabello (silencio). Los peones Alfredo Acosta y Alberto Preciado se destocaron en el 1º y 4º, respectivamente, por su excelente banderilleo. El picador Luis Miguel González sufre fractura de cervicales al pisarlo el 5º toro, que brincó al callejón y lo aprisionó en el contraburladero. Monumental Plaza México, 15 de noviembre. Media entrada.
Con entrega se le vio al albacetense frente al incómodo y peligroso quinto. Caballero justificó su presencia en el ruedo y al abandonarlo fue aplaudido.
Mientras Jorge Gutiérrez siga alargando innecesariamente sus trasteos que aburren a la concurrencia no encontrará el camino que ha perdido aunque le perdonen el aviso que debieron de haberle dado en su primero. Con el hermoso castaño que abrió plaza, aplaudido en el arrastre por su buen estilo, no pudo ligar sus pases ante un adversario que humillaba y que pedía una muleta que lo dominara.
Si el diestro de Tula sigue toreando al hilo y descargando la suerte no ligará sus pases. Al cuarto le dio muletazos por el derecho pero el calamocheo del cornúpeta le atropellaba la franela. Las pocas veces que se cruzó le enjaretó aceptables pases. Fue despedido con pitos.
Miguel Lahoz se vio impotente ante el tercero, que era un bicho de pésima calidad pues llevaba la cabeza alta y tenía medio recorrido. Con el que cerró plaza el espada de Aguascalientes se engalló pero los brincos y derrotes del reservón morlaco hacían imposible cualquier lucimiento.
