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El "castell" más alto de la historia necesitó una "pinya" de 700 personas

VIENE DE LA PÁGINA 1 En la decisión de convocar la jornada especial de ayer influyó también la voluntad de los Minyons de Terrassa -la colla rival de la de Vilafranca, que hace tres semanas descargó el primer quatre de nou sense folre del siglo- de probar el tres de deu el próximo domingo, con motivo de la Diada de la Colla. Ayer, mientras actuaban en Sitges, los Minyons recibieron con aplausos la noticia del tres de deu de los verds que llegó a través de la radio. Los de Vilafranca desmontaron la estructura del tres de deu hasta quints en dos ocasiones, ya que la medida que perfilaba el castell no era la óptima. A la tercera, cuando sonaron gralles, el castell empezó a ascender, pero con los sisens colocados, es decir, cuando aún faltaba una eternidad, la construcción se hundió en el piso de manilles. La desilusión y el nerviosismo se apoderaron de la colla y de las 700 personas que formaban la piña en la plaza de la Vila. La colla optó por serenar el ánimo con la torre de vuit amb folre, que descargó con facilidad. A continuación llegó el momento decisivo: el todo o nada del día. Esta vez sí, el castell subió con autoridad y precisión. El tronc mantuvo la medida exacta y el folre y las manilles aguantaron la presión, lo que permitió al anxaneta Marc Fernández coronar por encima del aixecador, Ricard Sabater, la mastodóntica construcción, la más alta que se ha visto nunca en una plaza castellera. La aleta del anxaneta fue seguida de un grito de júbilo en toda la plaza. Instantes después el castell se rompió. La hazaña conseguida fundió la colla en una inmensa alegría que se prolongó durante casi 10 minutos de aplausos, gritos y cánticos. La gesta estaba conseguida. El de ayer era el quinto intento de tres de deu amb folre i manilles. Primero lo intentaron los Minyons de Terrassa en julio y luego el grupo de Vilafranca en las diades de Sant Fèlix, de Tots Sants y la de ayer. La colla de Vilafranca se ha situado en la cumbre castellera, codo a codo con la Vella de Valls, que se ha apoderado de algunas construcciones que hasta ahora eran patrimonio exclusivo de los verds, y los Minyons de Terrassa, que han realizado una impresionante temporada y han logrado el mítico quatre de nou sense folre, probablemente el castell de mayor dificultad. Precisamente los Minyons de Terrassa actuaron ayer en Sitges, donde volvieron a demostrar su excelente potencial, regularidad y momento de forma. Descargaron el cinc de vuit, el tres de nou amb folre (que suma el número 11 de este año), el quatre de vuit y el pilar de sis.

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La "colla" de Vilafranca logra el "castell" de la historia

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