CLH trasladará sus instalaciones al superpuerto y devolverá a su estado original las marismas de Muskiz
La Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), que debe abandonar antes de octubre de 2002 sus instalaciones junto a la playa vizcaína de La Arena, se trasladará a la zona conocida como El Calero, junto al superpuerto de Santurtzi, según el acuerdo oficioso al que han llegado la dirección de la empresa y las autoridades vizcaínas. La principal planta de almacenaje de combustible de Euskadi ha presentado esta semana el plan de recuperación de las marismas de La Arena, en Muskiz, que consiste en limpiar in situ los suelos contaminados y devolver la zona al estado que tenía hace 30 años.
La Diputación de Vizcaya se asegura así una fuente de ingresos significativa. Desde este año, las haciendas forales recaudan los impuestos especiales, entre el que se encuentra el de carburantes, por lo que el mantenimiento de CLH en el territorio vizcaíno reportará cerca de 70.000 millones de pesetas en impuestos. Fuentes de la dirección de la compañía de hidrocarburos consideran segura la ubicación en el superpuerto. "Seguimos en conversaciones con el Puerto de bilbao, la Diputación y el Ayuntamiento de Santurtzi, pero el acuerdo está prácticamente garantizado. En cuanto tengamos los permisos, empezaríamos las obras en el nuevo emplazamiento", afirman. De esta manera se ha descartado el traslado al polígono de la sociedad Abra Industrial -formada por Gamesa, Altos Hornos de Vizcaya y la Sociedad para la Promoción Indsutrial (Spri)- en Ortuella, una de las posibilidades que se han barajado a lo largo de este año. La falta de infraestructuras adecuadas ha frustrado esta opción. Una de las condiciones que había planteado CLH es una conexión con la refinería de Petronor en Muskiz, que es más factible desde el superpuerto. "Abra Industrial está más cerca, pero no existen tuberías de conexión. En El Calero existe una red de tuberías que pasa por el terreno elegido que se pueden conectar con la refinería de Petronor", aseguran medios de la dirección de la compañía. Además de ello, esta zona junto al superpuerto de Santurtzi tiene una superficie amplia, entre 150.000 y 200.000 metros cuadrados, que es necesaria para ubicar los 24 tanques de almacenaje de combustible. Los cálculos de la empresa fijan en cerca de 8.000 millones de pesetas el coste del traslado. "Sólo el movimiento de tierras supondrá 2.500 millones". El desmantelamiento de las actuales instalaciones junto a la playa de La Arena se iniciaría a finales del año 2000 y la retirada de los 24 tanques duraría alrededor de seis meses. Esta misma semana, CLH ha presentado a la Demarcación de Costas -el solar que ocupa actualmente es de dominio público marítimo-terrestre- el plan de regeneración ambiental de la zona, que supone devolver casi la mitad de la superficie a su estado original, lo que supone un total de 82.000 metros cuadrados de marismas, mientras que en el resto, hasta 200.000 metros cuadrados, se creará un pequeño monte. "Esto se planea para proteger la propia marisma, porque los técnicos aseguran que si se deja plana la zona, cualquier crecida de aguas se llevaría todo. Y para que haya menos impacto visual con la autopista". En el documento, la compañía plantea la regeneración del terreno in situ mediante el tratamiento de suelo y aguas, con lo que no sería necesario el confinamiento o el traslado de tierras contaminadas. "Se hará mediante un sistema de biodegradación. Se excava el suelo y mediante inyecciones de aire y otras sustancias el suelo queda limpio. Por tanto, no se confinará tierras contaminadas en ningún lugar".
La regeneración ambiental costará 740 millones y durará dos años
El plan de recuperación de las marismas de Muskiz, junto a la playa de La Arena, tendrá un coste de 740 millones de pesetas y una duración de dos años. La empresa no tiene aún una fecha concreta de comienzo -"está pendiente de cuando se inicie el desmantelamiento"-, pero lo calcula para finales del año 2000. La regeneración se ha dividido en tres fases. La primera consiste en la evacuación de las actuales instalaciones, a la que seguirá la regeneración del terreno mediante el sistema de limpieza en el mismo lugar. La tercera es la recuperación ecológica, con la reconstrucción de las marismas y dunas para dejarlas tal y como estaban antes de que la entonces Campsa se instalase en el lugar. La propuesta no significa la ejecución escalonada de las tres fases, "sino que se pueden solpar". Este plan tiene cambios significativos respecto al primer proyecto presentado hace casi un año. Entonces, la compañía descartaba la restaruación de la marisma original y abogaba por aumentar la superficie actual de la misma, la mejora paisajística del entorno y la conservación de algunas instalaciones. Esta opción se alejaba de la defendida por el Gobierno vasco y el Ayuntamiento de Muskiz, que defendían restaurar la marisma original. "Es una alternativa que es mezcla de todas y que se ha elaborado hablando con el Ayuntamiento de Muskiz y el Gobierno vasco", señalan fuentes de la dirección de CLH. El plan será estudiado por Costas y, tras las alegaciones del Ayuntamiento y el Gobierno, se aprobará definitivamente.
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