LAS MONJAS DE BELÉN CIERRAN EL PORTAL

Cuando la orden de la Cartuja acaba de flexibilizar su norma y tras nueve siglos ha permitido que las mujeres entren sin bula papal a contemplar los frescos que Goya dejó en Aula Dei, en Zaragoza, ahora es una orden que apenas tiene 50 años, la que ha dado el cerrojazo y no ha permitido la entrada en el Monasterio de Villanueva de Sijena (Huesca) a la Mancomunidad de Monegros que celebra el día 22 una jornada sobre recuperación del patrimonio. Las monjas de la orden de Belén, realquiladas de las antiguas moradoras de Sijena, han dicho que la sala capitular del monasterio -monumento nacional desde 1932- no puede usarse para esas jornadas. Lo curioso es que las monjas no son propietarias de Sijena -los cartujos sí lo son de Aula Dei- y que además venden en esa sala capitular sus cerámicas. Además cerraron la entrada principal al recinto con lo que el pórtico románico del siglo XI sólo puede verse con su permiso. El presidente de la mancomunidad, Manuel Conte, ha acusado al Gobierno de Aragón de dejación de funciones en la tutela del patrimonio; el director general de Cultura, Domingo Buesa, disculpa a las monjas porque dice que la superiora está en Italia y no se atreven a dar permisos, aunque ha prometido que va a interceder y la diputada socialista, Ángela Abós, pidió ayer en las Cortes que el Gobierno aragonés corte de tajo la peculiar y particular visión de las monjas sobre el uso de un bien monumental. En Monegros llueve sobre mojado. Las 30 monjas de la orden, con origen en Francia, no tienen buenas relaciones con los vecinos. Además la orden de Jerusalén que es la que les cedió el uso del monasterio, fue la que vendió parte de los bienes de Sijena a Cataluña dando origen a un pleito entre las dos comunidades que todavía dura.-