El Focus toma el relevo
Los concesionarios de Ford de toda España estaban ayer de fiesta. Después de muchas semanas en las que las únicas noticias que llegaban de la factoría de Almussafes fuesen negativas, llegaba el momento de dar una buena noticia. Se levantaba el telón del Focus, el nuevo modelo de la marca del óvalo. Un coche sobre el que se basan muchas de las esperanzas de la firma de Detroit de recuperar el liderazgo en ventas y también las posibilidades de futuro de la planta valenciana. "Estamos muy ilusionados", repite constantemente Jaime Llinares, director comercial de Daule, uno de los mayores y más antiguos concesionarios de Ford en Valencia. "Creemos que va a ser un coche rompedor, que incluso va a superar al Fiesta en implantación, y eso se nota tanto en la gente que ya ha preguntado por él como en los propios vendedores", asegura Llinares, que compara este lanzamiento con la expectación despertada entre la gente con la salida al mercado del Fiesta y del Escort, las dos grandes bazas comerciales de la firma en las últimas décadas. El Focus sale al mercado para competir con modelos como el Volkswagen Golf, la serie A3 de Audi o el Opel Astra. Para eso cuenta con dos bazas fundamentales. Una de ellas, y quizá la más importante, es el precio. Ford no ha querido repetir el error que cometió con el Ka, y ha ajustado mucho los precios. El modelo básico costará dos millones de pesetas. El segundo es el diseño, que recoge la línea que viene utilizando Ford en sus últimos modelos, el Edge Design. "La gente se queda sorprendida", afirma Llinares, que comenta que sólo hay un inconveniente en las arriesgadas líneas. "El público valenciano rechaza en un primer momento lo que es demasiado rompedor", dice, pero al tiempo se muestra convencido de que en esta ocasión no habrá problemas, y lo ratifica con el hecho de que han solicitado 200 coches para atender la demanda oficial, lo que para un solo concesionario es una cantidad muy alta. Ayer, en apenas unos minutos varias personas se interesaron por el nuevo modelo, expuesto ya en el concesionario. "Es un coche que llega para dominar el sector más amplio del mercado", asegura. El Ford Focus ocupa un segmento que en la marca no tiene un precedente exacto. El Escort, modelo que continuará fabricándose durante los próximos dos años, es un poco más pequeño. El nuevo coche tiene cuatro metros de largo. Destaca su amplitud interior y su acabado, y por encima de todo su estética exterior. Ayer salieron a la venta las versiones Ambiente y Trend, con una motorización de 1.600 centímetros cúbicos, 16 válvulas y 100 caballos de potencia. La primera sólo en cinco puertas, mientras que la segunda, con características más deportivas, también estará disponible en cinco puertas. A lo largo de los próximos días, los concesionarios recibirán las versiones Ghia y Guia Wagon, mientras que para primeros de año llegaran las motorizaciones turbo diesel. Los precios oscilan desde los dos millones del modelo básico a los 2.350.000 pesetas que cuesta la versión más completa. Recuperar el liderazgo en un mundo tan complicado como el del automóvil obliga a importantes acciones de mercadotecnia. Ford ha desarrollado un programa, que ya lanzó con el nuevo Fiesta y que ahora repite, y que consiste en dejar un coche de pruebas durante un máximo de dos días. "Tenemos una lista enorme de personas interesadas que nos lo han pedido y eso que el coche no había salido todavía a la venta", explica Llinares. Del éxito del Focus depende en buena parte el futuro de la factoría de Almussafes. Si la demanda aumenta, se podría adjudicar más fabricación a la planta valenciana. La respuesta del público puede hacer olvidar la polémica de los últimos días y también aquellas 310 unidades diarias que marcharon a Saarlouis.
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