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El calendario del Parlament apunta que habrá elecciones en marzo

Enric Company

El calendario de sesiones plenarias que ayer manejaban los portavoces de los grupos parlamentarios apunta que habrá anticipación de las elecciones autonómicas. Ésa era ayer la impresión generalizada entre los portavoces de la oposición. CiU propone celebrar tantas sesiones plenarias como haga falta para sustanciar el máximo número posible de asuntos pendientes antes del 31 de diciembre, porque si las elecciones son el 7 de marzo, el Parlament será disuelto, a más tardar, el 12 de enero.

"Esto se acaba", decían ayer muchos diputados refiriéndose a la legislatura. El calendario de sesiones plenarias es el siguiente: el 25 de noviembre, debate de las enmiendas a la totalidad al proyecto de presupuestos de la Generalitat para 1999; el 10 de diciembre, sesión extraordinaria de conmemoración del 50º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; del 16 al 23 de diciembre, debate del articulado del proyecto de presupuestos de la Generalitat y las leyes de acompañamiento, y como continuación del mismo plenario, debate del proyecto de ley de la Carta Municipal de Barcelona y otros proyectos pendientes. Entre el final de esta sesión y el 31 de diciembre, deben celebrarse también dos sesiones plenarias monográficas: una, solicitada por todos los grupos, sobre la política de bienestar social, y otra, pedida por el Grupo Socialista, sobre la política de enseñanza. Todo esto significa que habrá sesiones plenarias casi diarias desde el 15 de diciembre hasta fin de año. Salvo los días festivos, claro está. Algo muy parecido a una liquidación por fin de temporada, que en política se llama legislatura. Así lo interpretaban ayer todos los grupos de la oposición. Prudente, el consejero de Presidencia, Xavier Trias, se limitó a indicar a preguntas de los periodistas que Pujol ha dicho que a finales de diciembre tomará una decisión sobre si adelanta o no las elecciones autonómicas y por lo tanto a esa fecha hay que esperar. Pero eso no obsta para que también en las filas de los diputados nacionalistas se haya instalado la idea de fin de legislatura. Hay ya listas sobre los diputados que no van a repetir como candidatos. Y no por su gusto, precisamente. Una de estas listas apunta una fuerte renovación entre los diputados de Unió que en la próxima legislatura van a ser los acompañantes de su líder, Josep Antoni Duran Lleida. En las filas de los conservadores se sabe también que habrá cambios sustanciales. La presencia de Alberto Fernández Díaz al frente del Grupo Popular, y, probablemente, de Francisco Maruhenda, va a relegar a uno de los protagonistas de esta legislatura, Josep Curto. Y el firme alineamiento de los diputados del PI en las posiciones de CiU es interpretado como un síntoma de próxima absorción, antes o después de las elecciones.

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