El agua de los pozos envenena a millones de personas en Bangladesh
Un sistema de pozos construido en Bangladesh desde hace 25 años con ayuda de Unicef y otros organismos públicos se ha convertido en una colosal tragedia sanitaria. Los acuíferos de la zona contienen unos niveles de arsénico hasta 200 veces mayores que los admisibles, y su consumo continuado durante años ha envenenado a un número incalculable de personas: tal vez 18 millones, según estiman los técnicos del Banco Mundial que analizan la situación. Centenares de miles de ciudadanos pueden morir por ello. Además de tóxico, el arsénico bebido con el agua es un poderoso cancerígeno que va acumulándose en el cuerpo humano. Los casos de cáncer de varios tipos están empezando a dispararse ahora, 25 años después de la excavación de los primeros pozos.
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