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Nueva presión sobre Irak

Aunque se plantee realizar bombardeos aéreos contra Irak, el Gobierno de Clinton parece dispuesto a abandonar el programa de inspección de armas de las Naciones Unidas de hace siete años. Esta podría ser una decisión prematura y costosa. Pese al retraso debido a los obstáculos y evasivas de Bagdad, los especialistas internacionales en armamento que trabajan en Irak han suministrado una primera línea de defensa eficaz contra los esfuerzos de Sadam para fabricar y ocultar armas bacteriológicas y químicas. (...) El uso por parte de Irak de dichas armas contra sus vecinos, invitaría a una convencional y contundente respuesta militar de Estados Unidos. (...) Tras la derrota de Irak en la Guerra del Golfo, Bagdad aceptó las condiciones de paz que se le exigían para identificar y destruir todos los elementos de los programas de armamento biológico, químico y nuclear, y todos los misiles, excepto los de más corto alcance. Irak nunca cumplió estos compromisos en su totalidad. (...) La diplomacia, respaldada por la amenaza de la fuerza, ha hecho reaccionar a Sadam con anterioridad y puede funcionar de nuevo. Si no es así, Washington no tendrá otra elección que llevar a cabo ataques con misiles y lanzar bombas contra los puntos de presión de su dictadura. (...) Washington tiene unos días más para ver si la diplomacia funciona. En este tiempo, el Gobierno debería trasladar armamento adicional a la zona del Golfo, incluyendo aviones y bombarderos Stealth. El programa de inspección fracasará definitivamente sólo si Washington lo permite.

11 de noviembre

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