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4.000 jóvenes vascos han pedido el ingreso en el ejército desde 1993

Al ritmo de la respuesta que los jóvenes vascos van dando a las convocatorias de las Fuerzas Armadas para reclutar a quienes serán los soldados del futuro ejército profesional, sólo un 1% de sus efectivos procederán de la comunidad autónoma. Ése ha sido el porcentaje de las peticiones con origen en Euskadi en la última campaña del Ministerio de Defensa. Desde 1993, casi 4.000 vascos de entre 18 y 25 años han enviado sus solicitudes.

A tenor de los datos hechos públicos recientemente, ni el grave problema de paro existente entre la población juvenil vasca ni la intensa campaña publicitaria,que le ha costado 1.650 millones de pesetas al Ministerio de Defensa, han logrado motivar de manera determinante a los jóvenes de la comunidad autónoma. Muy pocos se han decidido a decantar su futuro laboral hacia las Fuerzas Armadas profesionales. De los 52.000 aspirantes de todo el Estado que han optado a las cerca de 17.000 plazas convocadas este año sólo 549 procedían del País Vasco, lo que supone únicamente un 1,05% del total. Por encima de Álava y Vizcaya, con porcentajes también muy bajos, Guipúzcoa es el territorio que arroja las cifras más bajas, en relación con el montante global de su población. Con todo, las convocatorias anuales que desde el año 1993 realiza Defensa para configurar el futuro Ejército profesional han sido secundadas desde entonces por un total de 3.869 jóvenes vascos, lo que, dadas las circunstancias, no resulta una cifra despreciable en el tramo de edad de entre 18 y 25 años al que se dirigen los llamamientos. A lo largo de este año se han realizado tres convocatorias, la última de las cuales finalizó a mediados del mes de octubre. A ellas han concurrido en total 324 vizcaínos, 126 alaveses y 99 guipuzcoanos, lo que arroja la cantidad más baja de toda España, junto a la que aparece también en Navarra y en Cataluña. La oferta de trabajo militar obtiene una respuesta muy desigual en las distintas provincias españolas. Mientras en Melilla las demandas fueron 1.250 durante 1998, lo que representa un 1,92% de su población, Álava con el 0,045%, Vizcaya con el 0,027%, Navarra con un 0,018% y Guipúzcoa con sólo el 0,014% ostenta los índices más bajos, junto a Cataluña. Con una población que alcanza al 5,27 del total de la española, el País Vasco sólo tendrá entre los efectivos del futuro ejército profesional un 1,05%. Como comunidad de contraste destaca Andalucía, que cuenta con el 18% de la población estatal y, sin embargo aporta un 26% de los demandantes de las plazas. Rechazo reciente El profesor de Historia Contemporánea de la UPV, Javier Ugarte, considera que el rechazo actual al ejército en el País Vasco es una circunstancia "reciente". "Hasta 1876, con Cánovas, no hay la obligatoriedad de servir al ejército, y la presencia de militares vascos en las fuerzas armadas españolas era, sin embargo, importante. Con el fenómeno del Carlismo lo vasco se alejó del ejército desde finales del siglo pasado hasta principios del actual, pero debido al liberalismo de las fuerzas armadas, no a su españolismo", indica Javier Ugarte. "A principios de siglo, se produce de nuevo un crecimiento de la presencia vasca y es un hecho que en las guarniciones que existían en las provincias vascas ha habido familias muy vinculadas a la milicia" y ello "en los dos bandos de la Guerra Civil", recalca este especialista. Ugarte no cree que el mito de unas Álava y Navarra más conservadoras y afines a los militares levantados contra la República en 1936 sea del todo correcto. "En Guipúzcoa y en Vizcaya había muchos franquistas también, y en las milicias había sin ninguna duda gente de todas las provincias". recalca. El rechazo no ha existido hasta la actualidad. En su opinión " se trata de un sentimiento propio de la gente joven" , pero que tampoco es exclusivo del abertzalismo, señala. "En Euskadi está muy extendido un antimilitarismo global que también se aleja del militarismo de ETA y se sitúa en contra del sistema desde una perspectiva más europea",dice Desde 95.000 pesetas Los llamamientos están dirigidos a jóvenes de entre 18 y 25 años, que pueden elegir tanto el ejército como el puesto que les conviene, de entre los que figuran dentro de la convocatoria. En ella se detallan las condiciones de acceso y los salarios, que se mueven entre las 95.000 pesetas de un soldado o marinero recién ingresado hasta las 160.000 de un cabo primero con nueve años de antigüedad. Las intenciones del Gobierno pasan por concluir el proceso de profesionalización en el año 2002, en el que se tendría que alcanzar la cifra de 120.000 efectivos, que conformarían las futuras Fuerzas Armadas. Sin embargo, la dificultad que existe en el País Vasco para conseguir aspirantes es, en menor medida, extensible a otras zonas, y el Ministerio de Defensa se ha encontrado con una sensible reducción en el número de solicitudes en los últimos ejercicios. Mientras hace dos años se recogían 5,4 demandas de ingreso por cada puesto ofertado, en la convocatoria de 1998 esta cifra ha descendido a 3. Dentro de las provincias de la comunidad autónoma y al margen de las diferentes circunstancias que presenta cada oferta de plazas, se ha registrado una progresiva reducción de demandas que han pasado de las 978 de 1994 hasta las 549 de este año, con Guipúzcoa en todos los casos como la provincia española con las cifras más reducidas de demandantes.

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