El Gobierno central dice que instalar el Bellas Artes de Málaga en la Aduana tardará siete años y será más caro

Un informe técnico encargado por el Gobierno central revela que el uso exclusivo del Palacio de la Aduana es la opción más cara y la que más retrasaría la apertura del Museo de Bellas Artes de Málaga, mientras que el Palacio de San Agustín, ofrecido por la Junta, sería la más barata e inmediata. El estudio fue encargado por la comisión mixta integrada por el Ayuntamiento de Málaga y los Ministerios de Administraciones Públicas y Cultura para estudiar la nueva sede del Museo de Bellas Artes, cuya creación fue acordada en el Congreso en noviembre de1997. El uso exclusivo de la Aduana, que alberga ahora la Subdelegación del Gobierno y una comisaría, supondría una inversión de 1.800 millones de pesetas, de los que 800 millones corresponderían a la construcción en el puerto de las nuevas dependencias del Estado y las policiales. Además, el Bellas Artes no reabriría sus puertas hasta dentro de siete años, ya que la Aduana sólo se podría desalojar en cinco años, cuando estuvieran construidas la nueva Subdelegación y comisaría, y se dedicarían otros dos para acondicionarla como museo, señala el informe. Pese a lo que se pudiera esperar, en el polo opuesto no se sitúa como opción más barata y rápida la que finalmente ha elegido el Gobierno, el antiguo convento de la Trinidad, sino el edificio por el que en primera instancia apostó la Junta, el Palacio de San Agustín, propiedad del Ejecutivo andaluz. San Agustín estaría abierto en un año y medio con una inversión de 500 millones de pesetas, y el propio informe ministerial señala que "reúne buenos requisitos para el uso museístico y, al estar contiguo al Palacio de Buenavista, sede del futuro Museo Picasso, se crearía una zona de atracción cultural". Por su parte, la apuesta del Gobierno, el antiguo convento de la Trinidad, podría abrir sus puertas en dos años con una inversión de 800 millones de pesetas. El estudio recoge una cuarta opción, rechazada por los propios colectivos que reclaman la Aduana, y consistente en el uso compartido de este edificio como Subdelegación, comisaría y museo, que supondría una inversión de 650 millones de pesetas y un plazo de apertura de un año y medio. Inicio de la polémica La polémica sobre la nueva sede se desató a partir de que Christine Picasso, nuera del artista malagueño y propietaria del legado que se expondrá en el futuro museo, eligiera para éste el Palacio de Buenavista, que hasta entonces había albergado el Museo de Bellas Artes. La Junta ofreció entonces San Agustín, aunque en los últimos meses se ha alineado con los colectivos que piden la Aduana, que han recibido el apoyo en su tesis de la alcaldesa, Celia Villalobos (PP), pese a que el Gobierno de su partido ha desechado esta posibilidad al prever la concentración de servicios en ese edificio. En una última vuelta de tuerca, la Junta ofreció al Ejecutivo la permuta de la Aduana por la Casa de las Conchas de Salamanca, propiedad del Gobierno andaluz, y la posterior cesión gratuita al Ministerio para instalar el Bellas Artes, aunque esta posibilidad también fue rechazada por el Ejecutivo central. El museo está cerrado desde el 1 de septiembre de 1997, cuando comenzó el embalaje de las 2.000 piezas que integran sus fondos y su traslado a la Aduana, en cuyo ático permanecerán almacenadas hasta la apertura del Bellas Artes en el antiguo convento de la Trinidad.