Fabra se queda solo en la presentación de su proyecto de aeropuerto

Nadie. Ni un sólo cargo de la Generalitat, ni del Ministerio de Fomento, ni de Aviación Civil ni de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), entidad que, por ley, gestiona todos los aeropuertos, acudió ayer a la presentación del proyecto de las instalaciones que abandera el presidente de la diputación de Castellón, Carlos Fabra, quien acudió acompañado de su esposa. El proyecto, de cerca de 15.000 millones, ha de estar financiado por la Administración autonómica y la central, además de contar con fondos de la UE. El desamparo resultó tan evidente que el presidente de la corporación provincial se negó a realizar cualquier tipo de declaración, a excepción del saludo dirigido a alcaldes de la provincia y empresarios locales. El presidente del Consell, Eduardo Zaplana, ya se ha encargado en los últimos meses de puntualizar las dimensiones del proyecto auspiciado por Fabra, que insiste en calificar como "instalaciones aeroportuarias". El único que acompañó a Carlos Fabra fue el alcalde de Castellón, José Luis Gimeno. Eel proyecto se presentó con dos peculiaridades: El nombre elegido para el aeropuerto es "Castellón. Costa Azahar". La segunda particularidad es que el sistema de gestión previsto para el aeropuerto de Castellón es, en estos momentos, inviable legalmente. La Ley de Navegación Aérea fija únicamente en AENA la capacidad de operar en cualquier aeropuerto español. Sin embargo, Fabra ha hecho una sugerencia para determinar la creación de una Agrupación de Interés Económico, en la que participaría la propia Diputación junto a empresas privadas, ante la "previsión" de un cambio en la ley.. En cualquier caso, el proyecto que Fabra calificó como "el sueño de una provincia", contempla la ocupación de 550 hectáreas entre los términos de Vilanova d"Alcolea y Benlloch, con una pista de aterrizaje de 2.700 metros.