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Sorolla

Miguel Ángel Villena

MIGUEL ÁNGEL VILLENA "A cuántos cretinos, en mi tiempo, un semblante estirado y taciturno ha servido de título de sabiduría y capacidad". Esta observación la firmaba en el siglo XVI el filósofo francés Michel de Montaigne, pero los tipos descritos por el famoso ensayista han perdurado hasta nuestra época, quizá sean personajes eternos. Porque en los cenáculos culturales, entre los llamados sabios que establecen cánones y reparten calificativos, parece como si el arte debiera venir siempre acompañado del sufrimiento. El tópico del malditismo como sinónimo de excelencia creadora se ha extendido hasta tal punto que todo aquel que aparente vitalidad o sencillamente alegría resulta rápidamente tildado de frívolo, de superficial, de ingenuo o de estúpido optimista. Algunos engolados piensan que, para entrar en el olimpo de los dioses de la cultura, conviene nacer en el seno de una familia humilde, padecer terribles desengaños amorosos y, sobre todo, morir pobre y abandonado. Un pintor como Vincent Van Gogh sería el símbolo de esta teoría del malditismo unida al arte sublime. En cualquier caso, los ejemplos de creadores de primera fila que vivieron al margen de lo establecido y que lucharon contra la corriente no pueden ser tomados como paradigmas del arte. ¿Qué hacemos entonces con la aparente liviandad de Mozart y con su asombrosa capacidad para componer? ¿O cómo encajar esa permanente sonrisa de Gabriel García Márquez? ¿Y cómo consideraríamos hoy a Joaquín Sorolla si hubiera muerto en una oscura y lóbrega pensión sin haber recibido ni un premio en su vida ni haber triunfado desde sus años jóvenes? Extrovertido y amante de los placeres de la vida, el artista valenciano que estos días recuerda el Museo Thyssen-Bornemisza con una gran exposición se halla en las antípodas de la amargura. Pero a muchos nos conmueven su luz, sus colores, su sensibilidad para captar la belleza de lo cotidiano. Murió millonario, pero ¿por qué se lo vamos a recriminar? o ¿acaso sólo un semblante estirado y taciturno sirve como título de sabiduría y capacidad?

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