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Dirigentes autonómicos del PSOE piden a la dirección que abandone el discurso "españolista"

Anabel Díez

El PSOE tiene que caminar por una senda distinta a la Declaración de Barcelona o a la de Lizarra, pero también diferente a la de Mérida, protagonizada por los tres presidentes autonómicos del partido. Dirigentes catalanes, valencianos, canarios y gallegos plantearán en la próxima reunión del Comité Federal el abandono del discurso "españolista" y la petición de manos libres para organizar sus campañas autonómicas de junio próximo sin la intervención de Madrid. En la Ejecutiva Federal discrepan de esta visión, pero darán a las federaciones toda la autonomía que demanden.

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La campaña electoral vasca ha supuesto que algunos dirigentes regionales del PSOE se hayan decidido a plantear en el Comité Federal, este mes, la necesidad de poner coto al "discurso españolista" que, a su juicio, impregna al partido. Estos políticos quieren que, de inmediato, se disipe esa imagen ante el temor de que empiece a perjudicarles de modo irreversible en sus expectativas para las elecciones autonómicas y municipales.En concreto, los socialistas valencianos, los canarios y los gallegos, junto a algunos sectores de los baleares y los catalanes, deploran que el PSOE "se haya envuelto en la bandera de España", en expresión de un diputado catalán.

Los críticos reconocen que en algunos lugares de España se hará muy bien en seguir con ese discurso, pero en otros suena chirriante porque el país no es "homogéneo", como recuerda el secretario general de los socialistas valencianos, Joan Romero.

En todos, salvando las diferencias regionales, subyace el temor de que las formaciones nacionalistas, consolidadas o de nueva creación, les ganen terreno o que por todas partes "surja un BNG", grupo que en las últimas elecciones gallegas obtuvo un excelente resultado gracias en parte al electorado al que los socialistas aspiraban.

La preocupación ha llegado a tal límite que no tienen inconveniente en asegurar que a sus campañas no invitarán a casi nadie "de fuera", en referencia a sus compañeros de otras federaciones.

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Los aludidos en primer término son los presidentes de Andalucía, Manuel Chaves; Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y Castilla-La Mancha, José Bono. Los tres firmaron la Declaración de Mérida, en la que defienden el actual marco constitucional y estatutario frente a las declaraciones de Barcelona y Lizarra suscritas por los nacionalistas y que hablan de "relecturas" y eventuales modificaciones de la Constitución.

Ese texto fue inmediatamente apoyado por la Comisión Ejecutiva Federal y el responsable de Política Autonómica, Ramón Jáuregui, lo defiende sin titubeo: "La Declaración de Mérida no fue el grito del Sur, sino el recordatorio autonómico y democrático para que no se olvide que España está formada por 17 comunidades".

Lo cierto es que la presencia de Bono, Chaves y Rodríguez Ibarra en la campaña vasca ha sido considerada perniciosa por sectores catalanes, gallegos, canarios y valencianos, aunque sus anfitriones, el PSE-EE, mantienen que se sienten muy orgullosos de haber contado con ellos. Así lo manifiestan una y otra vez su líder, Nicolás Redondo Terreros, y la número dos de su candidatura, Rosa Díez. También lo hace el propio Jáuregui, dos veces candidato de los socialistas vascos. "Las quejas no son objetivas. Hemos tenido que tensionar, dada la polarización entre el PP y EH, que amenazaba con taparnos", explica Jáuregui al tiempo que se pregunta: "¿Qué habrían hecho los compañeros de otros lugares que ahora critican a los socialistas vascos por exceso de españolismo?".

Propuesta de Romero

Las preguntas, las respuestas y las explicaciones se darán en el Comité Federal, en el que Romero presentará por encargo de la Ejecutiva valenciana una propuesta de discurso autonómico: "El PSOE debe considerar que al nacionalismo periférico no le puede oponer el madrileño". En su opinión, el PSOE tiene que caminar por su propia senda. Y añade que, aunque él no es nacionalista, España se tiene que construir con los que sí lo son. Así, considera que su partido debe asumir plenamente sus distintas identidades, "que hoy van más allá de la lengua y la cultura". Para que nadie se llame a engaño, avisa: "Con respeto y cariño, tengo que decir a Bono, Chaves e Ibarra que no representan la opinión de todo el PSOE".Desde Galicia, una vez que Emilio Pérez Touriño se ha situado a la cabeza de los socialistas, también se reclama reconocimiento a la propia identidad. A partir de ahora se apreciará claramente que la nueva dirección introducirá en su discurso la defensa del galleguismo, hoy en manos del BNG.

La petición de que el Comité Federal replantee el discurso autonómico también vendrá del candidato a la presidencia de Canarias, Jerónimo Saavedra, que le pedirá que siga apostando "por el Estado federal, que poco tiene que ver con estos giros de última hora", en referencia a las respuestas desde Madrid a las declaraciones de Barcelona o Lizarra. Saavedra se sitúa "muy cerca de las posiciones del PSC" y aventura que su partido no obtendrá ventaja "de ser más nacionalista que los nacionalistas o más centralista que la derecha histórica". Es tiempo todavía, advierte, para poner fin a los mensajes que escuchó en las elecciones vascas y que le resultaron "excesivos y desconcertantes".

Principios en riesgo

Desde posiciones templadas se manifiesta el portavoz en el Senado, Juan José Laborda, que, por razón de su cargo, comprueba cada día cuál es el sentir de sus compañeros de un sitio y otro. "No creo que la unidad de España esté en peligro, pero sí están en riesgo principios del Estado social y de derecho", afirma. En este marco es en el que Laborda quiere situar el debate: "El PP y los nacionalistas aplican el credo liberal. Uno, soltando Estado, y otros, creando sus reinos de Taifas". "El españolismo", apostilla, "a lo mejor no da votos, pero el nacionalismo tampoco".El debate soterrado sobre más o menos españolismo ha llegado a la Ejecutiva. Pero hasta los más críticos con la situación dan por seguro que Jáuregui la manejará adecuadamente. Este convencimiento lo basan en la manera en que llevó el proceso de elaboración de la propuesta autonómica del PSOE que se aprobó en marzo y que Romero, entre otros, sigue dando por buena. También lo hace Jáuregui. "El documento sigue en vigor porque su contenido deja claro que el PSOE es la garantía del autonomismo constitucional y del horizonte federal. Los socialistas tenemos nuestro modelo, al igual que los nacionalistas tienen el suyo".

A pesar de ello, Jáuregui tiene ya decidido "actualizarlo" y así se lo ha comunicado ya a distintos dirigentes. En una reunión, hace diez días, dejó claro a los diferentes candidatos que tendrán plena libertad para hacer su propio programa autonómico. Eso sí, a cada uno de ellos le precederá un manifiesto, que tendrá su validez más adelante. Ese texto se incorporará al programa electoral que defenderá José Borrell en las próximas elecciones generales.

Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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