Los independientes piden a Maragall que su candidatura marque distancias con el PSC

Algunos independientes que han promovido manifiestos en apoyo de la candidatura de Pasqual Maragall a la presidencia de la Generalitat le pidieron ayer que refuerce el carácter plural y abierto de la propia candidatura y que marque distancias con su partido, el PSC. La forma que tendrá la candidatura de Maragall no está decidida y el propio candidato mantiene la incertidumbre sobre sus preferencias. Se limita a decir que la candidatura irá más allá del PSC y que la dirección del partido lo sabe y lo asume. Pero los independientes presionan para que entretanto Maragall dé ya signos de que puede caminar sólo y muestre las coincidencias con las demás fuerzas progresistas.

Representantes de las plataformas de apoyo a Maragall celebraron ayer en la sede central del PSC una reunión con el candidato socialista. Eran unas 25 personas, que mantuvieron un diálogo abierto con Maragall durante algo más de dos horas. Se trataba de una representación heterogénea. Había una mayoría de miembros del partido socialista y figuras independientes. El objetivo del encuentro era intercambiar experiencias y coordinar la actuación de los grupos de apoyo, una tarea de la que se ocupa el alcalde de La Seu d"Urgell, Joan Ganyet. El editor Xavier Folch expuso al candidato el punto de vista de quienes consideran necesaria una oferta unitaria del máximo número posible de fuerzas progresistas para impulsar una gran movilización ciudadana. Éste es el criterio defendido en el manifiesto que se difundió en septiembre con el título Una entesa unitària per una nova majoria, del que Folch es uno de los firmantes e impulsor. Folch defendió que la candidatura de Maragall sea en sí misma "lo más unitaria posible" y participe de las "ideas fuerza" que compartan todas las candidaturas que persigan la formación de una mayoría progresista en las próximas elecciones autonómicas. Estas ideas expuestas por Folch son muy parecidas a las que movieron a los impulsores del manifiesto lanzado a mediados de octubre en el Empordà también en apoyo de Maragall y de la configuración de una amplia alternativa progresista que supere los márgenes de cada uno de los partidos de izquierda. El principal promotor de este manifiesto, el escritor Antoni Puigverd, no asistió al encuentro por hallarse fuera de España. Para hacer creíble la idea de candidatura amplia y unitaria, sostuvo Folch, convendría que la campaña de Maragall se desarrollara a cierta distancia del PSC. Maragall apoyó al principio de la presente legislatura autonómica la formación de un movimiento plural entre todos los partidos de izquierda que desembocara en una candidatura progresista como alternativa a CiU. En junio, anunció su disposición a dar la batalla a Jordi Pujol y encabezar la candidatura del PSC, pero dijo que sería una candidatura "muy amplia" Posteriormente expresó sus dudas acerca de concurrir a las elecciones con las siglas del partido socialista. Folch dijo ayer que esta voluntad de amplitud adelantada por Maragall debería reflejarse ya de alguna forma. A estos efectos sugirió que el candidato instale su candidatura en un local distinto al del partido socialista. Éste es uno de los proyectos que prepara el equipo electoral que Maragall ha instalado en la sede del PSC. Está formado por algunos de sus más directos colaboradores en la etapa de alcalde, dirigidos por Xavier Roig, que durante muchos años fue su jefe de gabinete. Acerca de la forma que la candidatura adoptará, Maragall no añadió nada a lo ya sabido. Ha habido conversaciones con otras fuerzas, en particular con Iniciativa per Catalunya (IC), que no han llegado a ninguna conclusión. Se han barajado varias posibilidades, pero la opción que de momento se impone es la de una candidatura con las siglas del PSC más algún nombre que refleje la existencia de una plataforma de apoyo a Maragall más allá de su partido. Del peso político que esta plataforma tenga dependerá la relevancia que el partido socialista estará obligado a reconocerle. La dirección del PSC ha dejado claro que aceptará lo que Maragall le pida, pero con el convencimiento de que no escapará a su control.