El coleccionista sepulcral

Antonio Barrero, portavoz adjunto del PSOE en el Ayuntamiento de Huelva y secretario de organización de la ejecutiva local socialista, tiene en casa una colección insólita: 4.000 fotografías de tumbas de santos y beatos, que ha conseguido en 20 años de persistente trabajo, a raíz de escribir y recibir unas 2.000 cartas anuales. Antonio Barrero, geólogo, que además hizo en su juventud estudios de Teología, es, como aquel personaje de Valle-Inclán, feo, católico y sentimental. Pero, además, es un socialista histórico y de peso en la provincia de Huelva. Cuando concluye la intensa actividad política diaria, Antonio Barrero, a quien la barba blanca otorga un aire decididamente franciscano, se recluye en una apartada habitación de su casa, ante las estampas. "Es mi afición, muy rara, pero digna. Cuando me dedico a ella desconecto completamente del ajetreo de la vida política, me sirve de relax y para cargar las pilas", dice. Ahí están, por ejemplo, la cripta de los papas mártires del siglo III, la urna de la beata sor Ángela de la Cruz, y la fotografía del relicario de san Oliverio Plunquet: un arzobispo irlandés de la época de la Contrarreforma, que fue martirizado en el reinado de Enrique VIII. Murió decapitado y la estampa es verdaderamente tenebrosa. "Hay gente que se asusta al ver algunas fotografías, que incluso sale despavorida de la habitación, como le ocurrió recientemente a una compañera concejala socialista", cuenta. Sin embargo, Antonio Barrero insiste en que su colección homenajea sobre todo al arte: "Tengo imágenes desde los enterramientos en las catacumbas a las tumbas más modernas de los santos que están en proceso de beatificación por parte del Papa. A lo largo de la historia se ha extendido el culto hacia los muertos y la Iglesia católica ha promovido el florecimiento del arte en torno a esta cuestión", afirma. Antonio Barrero nunca ha encontrado a nadie embarcado en una colección semejante, pero sí a numerosas personas dispuestas a ayudarle a enriquecer su extraña colección, que algún día donará al Ayuntamiento, al Museo o a la Delegación Provincial de Cultura de la Junta de Andalucía en Huelva. "Yo mantengo una relación epistolar asidua con cientos de obispados, patriarcados, monasterios, parroquias, conventos y casas matrices de órdenes religiosas. He llegado a tener unos 15.000 libros sobre esta cuestión y consigo los anuarios de las iglesias católica y ortodoxa de Alemania, Grecia, España, Francia y Bélgica, por lo que siempre solicito una tumba concreta, con la formulación de todo lujo de detalles", señala. Todo ello le ha permitido a Antonio Barrero tener un conocimiento amplísimo sobre la vida y muerte de los santos y profundizar en sus creencias católicas. "Yo soy profundamente creyente. La lucha por la libertad, la igualdad y la justicia son valores que el PSOE defiende, desde el ámbito de la izquierda, absolutamente compatibles con la esencia de la doctrina de Cristo", matiza. Antonio Barrero es feliz de no haber encontrado jamás la fotografía de la reliquia de la tumba de Jesucristo, "porque Él resucitó y desgraciado de nosotros si no hubiera sido así". A este dirigente socialista le hubiera gustado parecerse humanamente a san Francisco de Asís: "Era un hombre humilde, ecologista, que amaba a las personas y a la naturaleza. Es mi modelo y mi ejemplo. Aunque bien es verdad que Cristo dijo que no había un hombre más grande en la Tierra que Juan el Bautista. Y eso es palabra de Dios", concluye.