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Otro diputado del PP de Asturias se va al Grupo Mixto por fidelidad a Marqués

Víctor Rivera, diputado regional del PP de Asturias, solicitó ayer su baja en el partido para integrarse en el Grupo Mixto del Parlamento del Principado por su disconformidad con la estrategia de acoso y derribo de los populares contra el Gobierno de Sergio Marqués. Es muy probable que otros dos diputados fieles a Marqués hagan lo mismo pasado mañana. De concretarse estas dos nuevas bajas, el PP perderá la condición de primera fuerza política en la Cámara y el PSOE se convertirá en la minoría mayoritaria.

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La disputa del escaño

La Comisión Nacional de Conflictos y Disciplina del PP trasladó anteayer a Sergio Marqués el pliego de acusaciones de su segundo expediente disciplinario. El pasado 30 de julio fue suspendido de militancia por un periodo de ocho años. La acumulación de dos sanciones graves permitirá al PP su expulsión definitiva del partido, el objetivo que desde hace meses se ha trazado su secretario general y vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos.La estrategia diseñada por Álvarez Cascos para forzar la dimisión del presidente de Asturias, su antiguo amigo Marqués, sigue causando destrozos en las filas del PP asturiano. Víctor Rivera, uno de los tres diputados que han permanecido fieles a Marqués, anunció ayer que causará baja voluntaria en el Grupo Popular y pasará a engrosar el mixto, en el que ya están encuadrados Marqués y el vicepresidente del Gobierno regional, Leonardo Verdín, tras haber sido expulsados del Grupo Popular el 19 de junio. Rivera expresa así su rechazo a la estrategia de acoso y derribo contra Marqués planteada por Cascos, quien mantiene un pulso personal y político desde el pasado mes de febrero con su antiguo colaborador.

Otros dos diputados del PP fieles a Marqués, José María Yáñez y Francisco Monte, han anunciado que también abandonarán el PP el próximo viernes si antes este grupo no retira la propuesta presentada en el Parlamento autonómico para que se paralicen todas las obras públicas que están en proceso de ejecución con cargo a los llamados fondos mineros, recursos procedentes de la Administración central para financiar proyectos en las cuencas mineras del carbón.

El PP, que ya ha designado a Ovidio Sánchez, actual presidente del Parlamento, como candidato a presidir el Gobierno asturiano en los comicios de junio, según la agencia Europa Press, trata así de impedir que Marqués, a ocho meses de las elecciones, pueda rentabilizar electoralmente unas obras financiadas por el Gobierno central. Además, algunas de ellas, como la emblemática autovía minera, entre Mieres y Gijón, son un proyecto concebido por la comunidad autónoma y no por Cascos, quien trata de patrimonializar las actuaciones del Ejecutivo en Asturias, su feudo político.

Hasta ahora, el PP, empeñado en una guerra sin cuartel contra Marqués, ha ignorado la rebeldía en la que incurren desde hace meses tres de sus actuales 19 diputados. Pese a que Rivera, Yáñez y Monte rompieron la disciplina del partido para respaldar a Marqués en más de 30 votaciones, el PP había evitado su expulsión para no perder su condición de grupo mayoritario, para no renunciar a los ingresos económicos correspondientes y para no fortalecer la posición de Marqués en el Grupo Mixto.

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De concretarse la marcha de los otros dos diputados críticos del PP al Grupo Mixto, el PSOE, con 17 diputados, se convertirá en el mayoritario al quedar reducido el popular a tan sólo 16 escaños después de que contase con 21 al inicio de la legislatura. El Grupo Mixto pasará a contar con siete. IU tiene cinco.

Esta nueva correlación de fuerzas podría incrementar la presión sobre el PSOE para que derribe a Marqués con una moción de censura, previo pacto con IU y el único diputado del Partíu Asturianista.

Los socialistas se ha negado hasta ahora a presentar esta moción por considerar que el PP es el causante de la brutal crisis política y el partido, por tanto, que debe responsabilizarse de la situación y restaurar la normalidad política.

Marqués gobierna con el apoyo de seis de los 45 diputados de la Cámara. El PP tampoco ha querido presentar una moción de censura contra él al carecer de apoyos parlamentarios para lograr la mayoría absoluta que se precisa para que prospere: 23 votos.

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