El Ejército se repliega y la policía levanta los retenes

Los movimientos de fuerzas militares por las carreteras de Kosovo y el anuncio del desmantelamiento de 20 retenes policiales, extendidos por el territorio de la provincia serbia, parecen indicar la intención del presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, de cumplir con la resolución 1.199 de la ONU. Con ello, Milosevic trata de evitar una intervención armada de la OTAN, cuyo ultimátum vence hoy.En medio de la fuerte lluvia, las carreteras de esta región en guerra se convirtieron ayer en escenario de un continuo ir y venir de vehículos militares. En la carretera que une Pristina con la segunda ciudad, Pec, los blindados circulaban hacia la capital, desde las posiciones que habían ocupado en los últimos 10 días. Algunos blindados llevaban desplegada al viento y la lluvia la bandera roja, blanca y azul de Yugoslavia

Las autoridades serbias han anunciado que hasta las ocho de la tarde de ayer quedarían suprimidos los retenes policiales de Kosovo, que habían convertido en una pesadilla los desplazamientos por la región. Se pudo apreciar cómo los policías desmantelaban el puesto policial de Komorane, uno de los más importantes de Kosovo en un cruce de carreteras.

Milosevic parece haber tratado de demostrar su intención de cumplir en el último minuto las condiciones exigidas, antes del vencimiento del ultimátum de la OTAN. Las unidades militares parecen haber vuelto a sus cuarteles de origen, dentro de Kosovo. Esto no parece que vaya a plantear excesivos problemas para un eventual despliegue, en el caso de que el régimen serbio lo considere necesario.