Una larga historia
El Convent dels Àngels, situado en el Raval, tiene la entrada principal, un interesante pórtico renacentista, en la confluencia de la calle de los Àngels y Elisabets y está flanqueado por dos plazas de reciente construcción, la de los Àngels y la de Caramelles. Se empezó a construir en 1526 como sede de la comunidad de Terciarias Dominicas, que, no sin pasar por múltiples avatares, lo abandonó definitivamente a principios de este siglo. Funcionó como parroquia hasta 1924 y después se convirtió en un anexo del almacén de hierros de la empresa Mateu. Ya como propiedad del Ayuntamiento de Barcelona, fue uno de los ejes del famoso programa Del Liceu al seminari, que en época del alcalde Narcís Serra inició el proyecto de regenerar el Raval mediante la instalación en el mismo de instituciones culturales. Las obras de rehabilitación comenzaron en 1982, si bien su hipotético uso ha cambiado con los años. Entre otros destinos, se habló de que fuera sede provisional del Museo de Arte Moderno o definitiva del Museo de Artes Decorativas y, la que parecía más plausible durante unos años, de la Hemeroteca y el archivo fotográfico. En 1993, con la crisis financiera de las arcas municipales, se paralizaron las obras. En aquel momento, se planteó incluso la posibilidad de venderlo a alquilarlo. El Instituto Goethe y el Institut d"Estudis Mediterranis estudiaron estas posibilidades. También se habló de que acogiera las actividades de Metrònom y las colecciones de arte de Rafael Tous. Finalmente, ayer se confirmó que será biblioteca de arte y sede del FAD.
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