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El municipio subvencionará la reforma de las casas de Lavapiés destinadas a alquileres baratos

Antonio Jiménez Barca

La reforma de Lavapiés prevé el derribo de 754 casuchas (algunas de no más de 20 metros cuadrados) ubicadas en los patios interiores de unos 128 edificios. Esto implica realojar, como mínimo, a más de 2.000 personas, por lo general sin recursos. La Empresa Municipal de la Vivienda (EMV), organismo que se encarga de gestionar esta operación, busca acomodo para estas personas. La solución: subvencionar hasta el 35% de las obras de rehabilitación de inmuebles cuyos propietarios acepten alquilar las casas a vecinos del barrio por menos de 30.000 pesetas.

Los responsables de la reforma de Lavapiés han insistido siempre en que la rehabilitación integral del barrio pasa por la desaparición de las infraviviendas. De poco servirá que las aceras se amplíen o que las plazas y las fachadas se limpien si dentro de los edificios hay personas que malviven en cuartos diminutos sin baño o sin luz eléctrica. El problema radica en encontrar sitio para estos vecinos. En Lavapiés existen muchos inmuebles en mal estado habitados por pocas personas en régimen de alquiler, que pagan una renta mínima porque no tienen recursos y cuyo casero no se decide a arreglar el inmueble.La idea de la EMV es que los propietarios de inmuebles degradados rehabiliten sus fincas y que, de paso, se las cedan a la empresa cinco años a fin de que sirvan para realojar a residentes de Lavapiés. Para eso, el concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, del PP, accedió a introducir en el reglamento de la reforma de Lavapiés condiciones económicas muy beneficiosas para los dueños.

El plan tiene algún inconveniente. ¿Qué pasa con los inquilinos que actualmente viven en el edificio que el propietario quiere vaciar a fin de arreglarlo para después cedérselo a la EMV durante cinco años? El gerente de la empresa Ángel Rodríguez Hervás, responde: "El casero es el que debe buscarles acomodo, bien acudiendo a las instituciones, bien encontrándoles otro alquiler o bien llegando a un acuerdo con ellos".

Formar una cadena

Hervás añadió que la EMV correrá "con el 35% de lo que cueste este nuevo alquiler". Lo importante para el gerente es empezar a formar una cadena. "Y que empiece a haber pisos libres para realojos", añadió Hervás.A este respecto, la EMV ya ha comprado una finca para rehabilitar, que servirá para realojar a unas 20 familias, y confía en adquirir otra en breve.

El Ayuntamiento también sufragará el 35% de la construcción de todo edificio nuevo que se levante en Lavapiés si el dueño se compromete a realojar, también durante cinco años, a vecinos del barrio con alquileres baratos. El problema es que no hay muchos solares vacíos en Lavapiés, un barrio de calles estrechas, ningún parque y alta densidad de población.

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A lo sumo existen tres o cuatro solares vacíos en todo el barrio, según explica Hervás. El experto de la empresa municipal destacó que el programa de ayudas es muy beneficioso para los particulares: "El 35% de una obra entera es mucho dinero, y hay que recordar que a los cinco años el inmueble se queda para el propietario". ¿Qué pasa con los vecinos una vez transcurridos estos cinco años? "Para entonces", explicó Rodríguez Hervás, "confiamos en haber rehabilitado más fincas".

La reforma de Lavapiés, según los cálculos de la empresa municipal, avanza a buen ritmo. Además de estas ayudas a dueños de fincas, el Ayuntamiento, la Comunidad y el Ministerio de Fomento subvencionan a comunidades de propietarios hasta el 60% del presupuesto para arreglo de escaleras, reforzamiento de los cimientos, el tejado o el saneamiento de la finca. También existen ayudas a título particular: se destinan a vecinos que quieran reformar su propia casa.

Los técnicos municipales calculan que en Lavapiés existen 450 edificios que necesitan algún tipo de mejora. Los propietarios de 346 de estos inmuebles (el 75% del total) ya se han acercado a las oficinas de la EMV para iniciar los trámites. Para Rodríguez Hervás, este porcentaje "es excelente".

Con todo, ahora mismo, sólo una comunidad de vecinos y cuatro casas particulares han recibido dinero de las administraciones públicas para acometer las reformas. "Los trámites son complicados", se disculpó Rodríguez Hervás, "porque a la solicitud de ayuda debe seguir una visita de los arquitectos municipales para que quede claro qué hay que arreglar y, luego, un proyecto de obra elaborado por arquitectos independientes pagados por los vecinos".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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