Los apoderados de EH insultaron a Mayor Oreja
.,Ni los gritos ni los insultos ni las amenazas intimidaron al ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, quien dirigió una sonrisa a los vociferantes y dijo que había que enseñarles a respetar los lugares en los que los ciudadanos votan libremente y se ejerce la democracia. Una veintena de jóvenes apoderados de Euskal Herritarrok (EH) sabían que el donostiarra Jaime Mayor tenía que acercarse hasta las escuelas de la calle de Urbieta de San Sebastián para votar, y allí le esperaban.
Minutos antes de las once, los representantes de EH fueron abandonando las mesas que tenían asignadas y se apostaron en el patio del colegio. Esperaron al ministro tomando bocadillos y bebiendo sidra, y cuando supieron que ya estaba en el interior del colegio comenzaron los insultos, las amenazas y los gritos. Reclamaron el acercamiento de los presos de ETA a las cárceles del País Vasco, le dijeron al ministro que es "un asesino y un terrorista" y le reprocharon que su partido, el PP, no quiera negociar. Sus gritos y consignas fueron fuertes y claros. Mayor les miró, sonrió y se fue. Los insultos callaron cuando abandonó el recinto.
Mayor votó en la misma mesa en la que ejercía de apoderada Marisol Fernández, viuda de Manuel Zamarreño, asesinado por ETA, y tuvo que soportar cómo el representante de EH desplegaba dos páginas de un periódico en la que se aludía al cierre de Egin y a los presos de ETA. El ministro lamentó la actitud de los simpatizantes de EH y dijo que "hay gente que todavía no sabe qué es la democracia y la libertad y tienen que integrarse en el sistema".
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