Los niños saharauis no perdieron nada
El festival era a beneficio de los niños saharauis, pero ni había niños ni mayores de esa comunidad. No había, siquiera, un comité organizador al que los toreros pudieran brindar sus toros. No había homenajeados, pero la verdad es que no se perdieron nada, porque el espectáculo brilló por la ausencia de toreo bueno y de toros bravos. En fin, un aburrimiento en una mañana otoñal -el festival comenzó a las doce del mediodía- bajo un sol de justicia. Ojalá que, al menos, se haya obtenido algún beneficio económico para quienes lo necesitan.Debutaban dos matadores de toros en el ruedo maestrante: Vicente Salamanca, organizador del festejo, y Emilio Silvera. El primero, colombiano pero afincado en Sevilla, ha actuado siempre como sobresaliente, y se encontró con la oportunidad de su vida que, como era lógico, no pudo aprovechar. Silvera tampoco tuvo suerte: el empresario sevillano, Diodoro Canorea, convalece en un hospital de una dolencia cardíaca y no pudo comprobar la garra y el deseo de triunfo de este bravo torero onubense que no torea en Sevilla porque no tiene padrino.
Rojas / Seis matadores
Novillos despuntados para festival de Gabriel Rojas, blandos y sosos. José Luis Parada: dos pinchazos, media y tres descabellos (ovación). José Antonio Campuzano: estocada (oreja). Vicente Salamanca: estocada (vuelta). Emilio Silvera: media estocada (vuelta). Antonio Manuel. Punta: estocada (oreja). Domingo Valderrama: estocada baja (oreja).Plaza de la Maestranza, 25 de octubre. Festival a beneficio de los niños saharauis. Más de media entrada.
Salamanca se mostró voluntarioso, pero su novillo quedó quebrantado en el encuentro con el caballo, al que derribó espectacularmente, y no fue un fiel colaborador. Después de una faena insulsa dio la vuelta al ruedo y paseó agradecido dos ramos de flores y lució con orgullo una mancha de sangre de toro en el pantalón. Silvera, por su parte, sabía lo que se jugaba y luchó con garra contra un novillo violento. No pudo ser y alguien le contará al empresario una historia que le salve del compromiso para la próxima feria.
Actuaban también dos veteranos, José Luis Parada y José Antonio Campuzano. El primero se encontró con un novillo noble y repetidor y lo desaprovechó; el segundo, con un manso huidizo, buscó las palmas a base de un toreo para la galería.
Parada demostró su sabor torero en unas buenas verónicas y los primeros compases con la muleta, pero ahí acabó todo. Abusó del pico y prefirió el toreo rápido y superficial. Campuzano sólo destacó en un buen quite por verónicas y en la estocada final.
Antonio Manuel Punta torea poco y se le nota mucho. La casta de su novillo lo desbordó, y se mostró nervioso, atolondrado y con poco mando. Una buena estocada le proporcionó una oreja. Domingo Valderrama, que hacía su quinto paseíllo este año en la Maestranza, se entregó de verdad en las verónicas de salida, y levantó al público de sus asientos al comenzar rodilla en tierra la faena de muleta. El novillo era violento, el torero no se acopló y todo quedó en una decepción. Al final tres orejas y dos vueltas al ruedo, cinco premios inmerecidos, pero todo sea por el bien de los niños saharahuis.
Ocho orejas
Ocho orejas totalizó la terna en la corrida de toros que se celebró ayer en Villacarrillo (Jaén) con menos de media entrada, y los tres salieron a hombros, informa Efe. Se lidiaron toros de Jandilla, flojos, manejables. Rafael Gastañeta, ovación y petición de oreja; dos orejas. Sebastián Córdoba, dos orejas y silencio. David Gil, dos orejas y oreja.Úbeda (Jaén). Último festejo de la temporada organizado en homenaje a la mujer onubense, celebrado el sábado con menos de un cuarto de entrada.
Se lidiaron toros de Luis Ramírez, bien presentados, de los que dos dieron juego y dos resultaron difíciles. Paco Senda, oreja; ovación y saludos. Sebastián Córdoba, dos orejas; dos avisos y palmas. El rejoneador Martín González, con un toro aplomado, cortó una oreja.
Babelia
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