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"Queremos más autogobierno para integrarnos en Europa"

Pedro Gorospe

Juan José Ibarretxe Markuartu, de 41 años, cree que ha llegado la hora de la política al País Vasco. Primero, para consolidar la paz, y después para situar a Euskadi en condiciones de decidir en el proceso de construcción europea. Nada aficionado a la polémica ni a la terminología sobre modelos de sociedad en uso, basa su teoría en que todo está cambiando en el Viejo Continente: "España también tendrá que cambiar", dice, y en ese proceso serán los vascos los que decidan su futuro.Pregunta. El enfrentamiento entre partidos es anterior y posterior a la tregua de ETA. ¿Hay que concluir que es el estado natural de la política vasca?. Respuesta. No. El insulto y la descalificación tienen que desaparecer. Las sociedades no vencen de esa manera, sino que se embrutecen. Además una cosa es tener diferencias y discutir, pero otra es cruzar la paz con las elecciones.

P. Entonces no le preocupa que la crispación pueda interferir el proceso de paz.

R. Sí me preocupa, claro. Lanzar mensajes de frentes es de una irresponsabilidad política supina. Yo estoy intentado hacer aportaciones en esta campaña, aunque algunos creen que es una ingenuidad. Pero pobre de aquél que quiera construir algo haciéndolo contra alguien.

P. ¿Usted cree que sería razonable plantear como objeto del debate en las conversaciones de paz el tronco que propone la declaración de Lizarra: soberanía, territorialidad...?

R. Cada uno tendrá que proponer lo que crea conveniente. Lo que hay que hacer es poner en marcha un instrumento que sin exclusiones nos permita hablar entre todos y no aceptar condiciones por parte de nadie. El primer objetivo es alcanzar la paz, pero el segundo y más difícil es la reconciliación de la sociedad vasca. La violencia que se ha ejercido ha dejado muchas secuelas y tenemos muchas heridas. Pero que no quede ninguna duda, el camino es de ilusión y de esperanza.

P. Es decir, que para llegar a la paz hay que repartir razón entre todos los protagonistas del conflicto.

R. Hay que hablar y hay que aceptar que no es posible solucionar nada si no estamos todos en el proceso de diálogo. Me parece una monstruosidad decir que hay que elegir entre Ermua y Lizarra o entre los de no se qué. Es la hora de la política, y no admito ninguna condición por parte de nadie, ni de los que dicen que el marco jurídico-político no vale ni de los que dicen que ése es el marco, ni de los que sólo hablan del Pacto de Ajuria Enea. Los instrumentos que sirven son los que sirven para conseguir el objetivo de la paz.

P. Sin embargo, no negará que hay razones como para pensar que ETA no va a abandonar la violencia si no es a cambio de más nacionalismo.

R. ¿Quién hace esa interpretación? En estos momentos quienes tienen que decidir al respecto son las fuerzas políticas vascas. Hay que aplicar dos cosas al debate, el respeto y la democracia.

P. Juan María Ollora define ese proceso como paz a cambio de más democracia

R. Cada uno puede definir eso como quiera.

P. Pero desde luego sí que es paz a cambio de contenidos políticos...

R. Yo creo que la paz no tiene ningún precio. Otra cosa es que haya determinados elementos en relación con el autogobierno y con la personalidad de la sociedad vasca que a quien compete decidir es a la propia sociedad vasca. Pero la paz no tiene precio. Es una exigencia moral y ética para la propia sociedad vasca, que tiene que integrar a 150.000 votantes de HB que han vivido al margen de los acuerdos de los demás partidos porque eso es convivencia. Esa es una cuestión central.

P. Si ETA vuelve a matar ¿Ibarretxe seguirá adelante con su proceso de paz?

R. ¿Por qué tenemos que plantearnos las cosas en esos términos? Tenemos una oportunidad sobre la mesa y mi compromiso es hacer que al final del camino esté la paz. Eso es lo que me planteo.

P. Y en ese compromiso, ¿hasta donde está dispuesto a llegar el PNV?.

R. Ya he dicho que si soy lehendakari convocaré a todos los partidos. Tenemos que poner toda la carne en el asador, todos, EH, y cómo no el PP y el PSE, todos como partes centrales, no puede ser de otra manera.

P. Le preguntaba hasta dónde esta dispuesto a llegar el PNV, porque en esta campaña electoral, aparte del compromiso del diálogo con todos, el PNV no está apostando por un modelo concreto de sociedad.

R. Creemos que la paz es un objetivo irrenunciable. Al margen de lo que es la propia paz, en lo que se refiere a contenidos políticos, nosotros estamos convencidos de que tenemos que impulsar el autogobierno para poder defender nuestras ideas en el proceso de integración que estamos consolidando en Europa. ¿Qué quiere que le responda, si queremos ser soberanos, independientes, o no sé qué? Eso son conceptos que con los años han evolucionado.

P. Pero supongo que el PNV tendrá un modelo de referencia del poder al que aspira... Francia, Luxemburgo...

R. ¿Pero qué soberanía tienen en Europa si los estados están en franca recomposición? ¿Si la propia tercera fase de la Unión económica y monetaria va a desactivar competencias asociadas tradicionalmente a la soberanía? Es que en esa discusión es en la que estamos en Europa. Tenemos que aceptar el reto de la construcción europea con un nivel competencial amplio, y a continuación profundizar en nuestra identidad como pueblo.

P. ¿Pero cómo? ¿Me está hablando de convenios, de nuevos marcos políticos?

R. ¿Cómo?, pues a través de formulaciones como las que ya hemos estado desarrollando. El Concierto Económico es un buen ejemplo de cómo se tienen que traducir, no sólo en el ámbito económico y tributario, nuestras relaciones con Europa, sino fundamentalmente en otras materias, como empleo, política industrial, formación. Además Euskadi debe de tener participación directa en las instituciones comunitarias. Y eso significa defender sus intereses en aquellas materias en las que va a tener capacidad exclusiva para desarrollarlas. No me puede defender en Bruselas la misma administración que aquí esta discutiendo en los tribunales mi capacidad competencial.

P. Es decir que como usted ya ha dicho el Estatuto de Gernika no es una estación término.

R. Claro. A quién se le ocurre pensar que hay cosas estables en la vida. La característica de los nuevos tiempos es el dinamismo y tenemos que aceptar el cambio como un elemento central. El entramado institucional y constitucional de España tampoco contempla la integración en Europa. España también va a tener que cambiar.

P. El Estatuto fue una meta que se marcaron los vascos. En ese proceso de transformación ¿cuál es la nueva meta que se marca el PNV?

R. Hay que adaptarlo. Pero para eso es fundamental que los que nos sentemos en esa mesa tengamos claro que lo que salga de ahí va a ser respetado por todos. Yo lo que pido es que se asuma lo que se proyecte desde los escenarios en los que participemos todos los partidos.

P. ¿Pero por qué no dice qué es exactamente lo que va a plantear el PNV en esa nueva mesa de conversaciones"

R. Ya lo estoy diciendo. Esto es recurrente. El PNV va a plantear un escenario en el que nos vamos a integrar en una nueva realidad europea admitiendo los criterios universales que deriven de esa nueva realidad, si participamos en el proyecto, si tomamos decisiones en él, y si al mismo tiempo nos es posible incorporarnos con capacidad para poder impulsar nuestra propia personalidad como pueblo. Y en estos momentos nos falta nivel de autogobierno para ello. Queremos ser nosotros, los vascos, los que hagamos un repaso de todas la competencias y luego decidamos si estamos de acuerdo en que se depositen en ese nuevo marco europeo.

P. Deme su opinión sobre cuál sería el Gobierno más integrador.

R. ¿Qué es un gobierno integrador? Pues posiblemente un gobierno de equilibrios que aporte mayorías absolutas. Pero es curioso que sólo en Euskadi se habla de gobiernos en términos de integración.

P. También se ha hablado en campaña de la posible presencia de EH en el Gobierno vasco...

R. Es un debate de auténtica mala fe cuando se habla de frentes nacionalistas y a continuación se habla de EH en el Gobierno. Todos, pero especialmente EH, tiene que reflexionar mucho más.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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