La historia de Sirwan

He leído la carta de su excelencia el embajador de Turquía, publicada en esta sección, y a mí también me gustaría poner en claro unos puntos. Voy a contarles la historia de Sirwan, una refugiada kurda que ahora vive en Inglaterra. A la edad de nueve años, Sirwan tuvo su primera experiencia de las Fuerzas Armadas de Turquía. Invadieron su casa cuando no estaban sus padres y se pusieron a golpearla por la cabeza. Dice Sirwan que esta experiencia puso fin a su infancia.

En la misma manera que las Fuerzas Armadas de Turquía se ven obligadas a intervenir en el norte de Irak, también se vieron obligadas a intervenir en una manifestación que tuvo lugar en Estambul el primero de mayo de 1996. Abrieron fuego a la muchedumbre que habían unido para reclamar la democracia por su país. Mataron a tres y detuvieron a 76. Entre los detenidos se encontró Sirwan.

En la comisaría fue torturada y acosada sexualmente. Los brazos le fueron atados hacia atrás y luego fue colgada por los mismos en el techo. Más tarde vinieron con los hilos electrizados; los pusieron en sus senos y sus genitales; le tiraron agua encima y empezaron a electrocutarla. Las torturas duraron una semana.

¿Esto se trata de una medida de autodefensa? ¿Todavía podemos quedar tranquilos sabiendo que no puede tratarse de una represalia ni de una amenaza?-