Iturgaiz se conforma con que el próximo 'lehendakari' no sea nacionalista

El PP vasco no se conforma en estos momentos con obtener la segunda posición en el mapa político de Euskadi tras las elecciones del día 25. Dicen que quieren ser los primeros, que ese día se producirá "un vuelco, una sorpresa", y que los nacionalistas se van a llevar "un susto". Apuestan por ganar. Ayer, eso sí, su candidato a lehendakari, Carlos Iturgaiz, reconoció que tanto él como su partido se tomarán también como una victoria que el próximo presidente del Gobierno vasco no sea nacionalista.

Carlos Iturgaiz captó ayer, para realzar su antepenúltima jornada de campaña, a tres de sus ministros preferidos del Gobierno de José María Aznar: Javier Arenas, Rodrigo Rato y Loyola de Palacio. Hay 14, pero no todos han venido ahora al País Vasco. Los estrategas populares han llamado mucho a unos, Jaime Mayor Oreja, Arenas, De Palacio..., y obviado a otros. El coordinador general del PP, Ángel Acebes, teórico número tres del partido, no ha dado ningún mitin. En cambio, Arenas, el titular de Trabajo, ha visitado Euskadi tres veces en este periodo. Ayer se desplazó a la Margen Izquierda del Nervión, la más depauperada por el desempleo y la crisis industrial.

Arenas presumió de puestos de trabajo, de contratos, de cotizaciones a la Seguridad Social y de inversiones en Portugalete, donde reside ahora Iturgaiz, que nació en Santurtzi, también en esta orilla obrera y roja. Sí admitió, no obstante, cierta autocrítica al calificar como "escandaloso" el paro juvenil en algunos lugares de esta ribera, en la que se acerca al 50%, aunque valoró asimismo su actual tendencia a la baja.

Iturgaiz concentró sus mensajes contra el PNV y su principal burukide (dirigente). Xabier Arzalluz ha dicho que toma nota de los ataques del PP y el PSE y ha aventurado que ambos acabarán pagando sus apelaciones al voto del miedo. Iturgaiz quiere saber cuál es el precio que Arzalluz cree que debe pagar el PP por sus opiniones y que no haya satisfecho ya.

El candidato del PP fue más ambiguo cuando respondió a sus cálculos postelectorales. Así, anunció que en cuanto sea lehendakari convocará a todos los partidos con dos premisas: que quieran gobernar bajo las reglas democráticas y que hablen sobre todo del programa.

Ese aviso iba dirigido al PNV, pero también al PSE. Iturgaiz descubrió así que, aunque persigue ganar, también "sería bueno para el conjunto de la sociedad vasca que gobierne un lehendakari no nacionalista, porque eso sería reconocer la pluralidad que existe y se pasaría esa página de la transición que aún no se ha cerrado en el País Vasco".