El Museo de Bellas Artes recuerda en una exposición al crítico Juan de la Encina
El Museo de Bellas Artes de Bilbao ha organizado una exposición en homenaje al crítico Juan de la Encina, el seudónimo utilizado por el bilbaíno Ricardo Gutierrez Abascal (1883-1963), en la que ha reunido documentos y fotografías de su trayectoria profesional junto a una colección de 42 obras de maestros de la pintura vasca. El museo bilbaíno heredó de Juan de la Encina "su interpretación del arte vasco", según dijo ayer su director Miguel Zugaza.
La exposición Juan de la Encina y La trama del arte vasco, abierta hoy al público, hace referencia al libro homónimo que Gutiérrez Abascal publicó en Bilbao en 1919 y que supuso, en la práctica, el estudio definitivo para abordar el desarrollo de la pintura vasca moderna. En esa obra se plantearon por vez primera los orígenes cronológicos y estéticos del arte vasco, y su doble filiación con el arte moderno francés y la tradición pictórica española. La figura de Juan de la Encina l está ligada a la historia de los dos centros que han impulsado la exposición de homenaje, el Centro Nacional Centro de Arte Reina Sofía, de Madrid, y el Museo de Bellas Artes de Bilbao. A la abundante documentación expuesta el pasado verano en el Reina Sofía -formada por originales de periódicos y revistas de la época en los que colaboró el crítico, correspondencia manuscrita con otros intelectuales, primeras ediciones de sus libros y fotografías- se ha sumado en la muestra de Bilbao una colección de 42 obras de pintores vascos. La selección de los cuadros ha permitido reunir a los artistas que el promovió, tanto con sus escritos como con su labor al frente del Museo de Arte Moderno de Madrid durante la II República. Entre los artistas reunidos para contextualizar La trama del arte vasco, se encuentran Francisco Iturrino, Ricardo Baroja, Julián Tellaeche y Darío de Regoyos, junto a obras firmadas por Ignacio Zuloaga, Juan de Echevarría y Aurelio Arteta, con quienes mantuvo estrechas relaciones. La mayor parte de las obras expuestas pertenecen a los fondos del museo bilbaíno, en los que tanta influencia tuvo el análisis crítico de Juan de la Encina. El director del Museo de Bellas Artes, Miguel Zugaza, recordó que la pinacoteca heredó "su interpretación del arte vasco". En este sentido, la exposición pretende revisar el papel crítico de Gutiérrez Abascal, recreando las teorías que expuso en La trama del arte vasco y las relaciones con los artistas vascos de la época de renovación de la pintura. Miriam Alzuri, comisaria de la exposición, destacó el significado de las obras cedidas por el Reina Sofía, El gallinero, de Regoyos, y un bodegón de Echevarría. La inauguración de la exposición dedicada a Juan de la Encina en Madrid fue precedida por la edición facsímil de La trama del arte vasco. A esta obra se suma la publicación de un catálogo de la exposición con textos escritos por Fernando Chueca Goitia, las comisarias Miriam Alzuri y Dolores Jiménez-Blanco, y Leopoldo Gutiérrez de Zubiaurre, el hijo de Juan de la Encina. En los 20 capítulos de La trama del arte vasco, Juan de la Encina reconstruyó los orígenes del movimiento artístico vasco y sus relaciones con el desarrollo industrial y burgués. El crítico dedicó su atención al análisis de las afinidades estéticas de los artistas vasca, como la similar gama cromática que empleaban y su capacidad simbólica. En palabras de Juan de la Encina compartían "conceptos, calidades emotivas, gustos, maneras de sentir y reaccionar frente a la realidad del mundo. Tras el paso de la parte documental de la muestra por el Reina Sofía, la exposición se mostrará en la sala BBK de la planta baja del museo hasta el 13 de diciembre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.