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El pacto de asociación entre Endesa y Gas Natural cambiará el mapa energético

Endesa y Gas Natural han pasado de posibles competidores a futuros socios, tras firmar esta semana un acuerdo estratégico. Endesa ha apostado por Gas Natural después de fracasar en otros intentos de asegurarse un suministro con grupos europeos como Elf, British Gas o Gaz de France. El pacto Endesa-Gas Natural mofica sustancialmente el mapa energético español en la medida que expresa la apuesta definitiva a favor del gas, en sintonía con Bruselas. El acuerdo abre, además, una dinámica de cambios en la estructura accionarial de las dos empresas.

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Un cambio paso a paso

La apuesta de Endesa por el gas precipita un cambio fundamental en el mercado español de la energía. Las directivas de Bruselas, la nueva Ley de Hidrocarburos y el aplazamiento de la liberalización del gas hasta el año 2013 han sido detonantes del acuerdo de asociación Endesa-Gas Natural. A partir de los marcos reguladores, las estrategias empresariales tratan de ser competitivas en un mercado en el que la utilización del gas para generar electricidad pasará del actual 10% -en relación a otras energías- a alcanzar el 50%.

Este contexto espoleó en su momento al actual presidente de Endesa, Rodolfo Martín Villa, a negociar con varias multinacionales como la francesa Elf -socio de la eléctrica en la petrolera Cepsa-, Gaz de France, Italgas y DistriGas de Bégica, entre otras, aunque finalmente la compañía eléctrica sólo ha encontrado en Gas Natural el suministro sostenible en términos de coste y de volumen.

Inversiones financieras

El suminstro de gas es apenas el principio del desarrollo de un pacto en el que muy pronto entrarán en juego los accionistas institucionales de las dos compañías. Respecto a Gas Natural, sus accionistas de referencia están muy definidos. Se trata de Repsol, con un 45%, y La Caixa, con un 25% y responsabilidad sobre la gestión y la presidencia, que recae ahora sobre Antoni Brufau, director general adjunto de la entidad de ahorro. Endesa, por su parte, no tiene un accionista de referencia definido, aunque tres grandes bancos (el Santander, el Chase Manhattan Bank y el BCH) poseen participaciones en torno al 3% cada uno. En relación a la estructura accionarial del grupo eléctrico, su propio presidente, Rodolfo Martín Villa, ha declarado públicamente su deseo de que las cajas adquieran participaciones en la compañías eléctrica, poniendo especial énfasis en que fuera la propia Caixa la que diera este paso.

Hasta ahora, La Caixa había declinado el ofrecimiento público de Martín Villa argumentando que no resultaba lógico que un accionista de Gas Natural apoyara a un grupo eléctrico interesado en montar su propia estructura gasista alternativa. Sin embargo, este argumento se ha modificado radicalmente con la firma del acuerdo, y La Caixa ya admite que se ha allanado el camino para que la entidad entre en el capital de Endesa, aunque lo haga sólo como inversión financiera.

La Caixa, a través de su filial Banco Herrero, está presente en el sector eléctrico con una participación del 10% en Hidrocantábrico. Por tanto, la futura compra de aciones de Endesa puede reforzar su papel financiero en el sector e implicar un cambio en la articulación de los núcleos accionariales que controlan las principales participaciones en el sector energético.

El mapa accionarial de las compañías eléctricas atravesó su último gran cambio entre noviembre de 1996 y febrero de 1997, como consecuencia de la implantación de un calendario liberalizador una vez derogado el antiguo marco estable. Aquel cambio consagró la hegemonía de Endesa -tras las polémicas OPA sobre Fecsa y Sevillana- en competencia con Iberdola -el BBV es su accionista de referencia, seguido del BCH- y además otorgó un segundo nivel a Unión Fenosa (Banco Pastor) y la citada Hidrocantábrico, controlada por La Caixa. La maduración de este nuevo escenerio energético español puede estar estimulando a La Caixa y otros bancos como el BCH o el BBV a dirigir sus inversiones de cartera hacia el capital de Endesa, tal como apuntan opiniones de algunos analistas financieros.

Los mismos medios relacionan esta hipótesis con el hecho de que la acción de Endesa esté resultando menos castigada por la crisis bursátil -en los úiltimos dos meses ha oscilado entre las 3.200 pesetas y las 3.100, y su últmo cierre fue de 3.455 pesetas- que las de otras sociedades con presencia importante en Latinamérica, "precisamente porque estas compras de acciones han podido contribuir a sostener el valor".

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