Las ONG andaluzas se rebelan contra el borrador del Pacto por la Solidaridad
Las 39 Organizaciones No Gubernamentales (ONG) de Andalucía no están dispuestas a que el Gobierno andaluz se apunte el tanto de firmar el primer Pacto por la Solidaridad si en su articulado no se respetan acuerdos alcanzados tras un año de negociaciones. Una asamblea celebrada la semana pasada en Sevilla puso en evidencia el malestar existente entre las asociaciones y dejó en claro la posición de estos colectivos: si en el documento la Administración no recoge los puntos que estaban consensuados, no habrá pacto.
Las ONG no quieren ser demasiado beligerantes porque las ayudas de la Junta de Andalucía suponen una buena tajada; este año sumaron 2.200 millones de pesetas y en 1999, está previsto que esta cantidad se duplique. Pero tampoco están dispuestas a ceder en un principio básico como es que la cooperación debe orientarse según los intereses de los países del Tercer Mundo y no del país donante. En el mes de junio pasado, cuando la Consejería de la Presidencia aprobó la convocatoria de ayudas para 1998, la coordinadora de organizaciones no gubernamentales acusó a la Administración andaluza de haber dado prioridad a sus intereses comerciales y culturales en vez de atender las necesidades de los países pobres. Ahora, estas asociaciones reclaman que se respeten sus criterios y, sobre todo, los acuerdos alcanzados en las reuniones preparatorias del pacto. Por ejemplo, y según la versión de las ONG, se había acordado que el 15% de la cooperación indirecta se reservaría para los países más pobres de América Latina y el África subsahariana, que en la última convocatoria habían sido excluidos. El borrador remitido hace una semana por la Administración andaluza a la coordinadora no garantiza ese cupo. En las mesas de trabajo también se había llegado al acuerdo de que el 30% de la cooperación indirecta de 1999 se canalizaría a través de las ONG, porcentaje que en el año 2000 se aumentaba al 35%. Omisiones El documento enviado a la coordinadora omite que esos recursos deban canalizarse a través de las organizaciones no gubernamentales. La coordinadora advierte que, sin ese matiz, cualquier institución puede restar recursos a las ONG. "Sin estos puntos, que ya fueron acordados en las negociaciones y que no son tenidos en cuenta por la Junta de Andalucía en su último documento, el Pacto Andaluz por la Solidaridad no sería la apuesta clara de Andalucía por la lucha contra la pobreza que las ONG y la sociedad andaluza esperan", señala un comunicado emitido por la coordinadora. EL PAIS no logró recoger la versión de la Junta de Andalucía. La Consejería de la Presidencia, departamento que tiene las competencias en materia de cooperación internacional, anunció hace un mes que el acuerdo estaría cerrado en septiembre pasado, pero las diferencias puestas de manifiesto en las últimas semanas entre ambas partes han retrasado su firma. La elaboración del Pacto por la Solidaridad fue una propuesta que la plataforma hizo hace aproximadamente un año a la Administración andaluza "para poner fin a unos años en los que la cooperación internacional de la Junta tuvo importantes carencias y hasta algún importante recorte". La coordinadora pretendía que con este acuerdo el Gobierno regional asumiera varios compromisos: entre ellos los de orientar la cooperación hacia la erradicación de la pobreza -no para favorecer los intereses comerciales o políticos andaluces-, incrementar las ayudas que se destinan, crear un Consejo Andaluz de Cooperación y elaborar una Ley Andaluza de Cooperación.
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