Arenas y el PP critican la "dureza" de UGT en el diálogo social

El ministro de Trabajo, Javier Arenas, y la dirección del PP criticaron ayer la posición de "dureza" de UGT en el diálogo social y rechazaron el últimátum del sindicato para que ayer concluyese la discusión sobre el contrato a tiempo parcial. CCOO, aunque con menor contundencia, también había manifestado que quería terminar. En el encuentro de ayer, ambos sindicatos aceptaron abrir un margen y el lunes habrá una nueva reunión en la que Trabajo dará respuesta a las discrepancias pendientes.

El ministro de Trabajo, Javier Arenas, considera que la amenaza lanzada por UGT de cerrar ya con desacuerdos las negociaciones "no es de recibo". Según los criterios de Arenas, cuando existe un proceso de negociación abierto se deben "exprimir" todas las posibilidades que puedan existir para alcanzar el acuerdo. Arenas, en un intento de no enturbiar el diálogo, aseguró que el Gobierno "no da por recibido" dicho ultimátum y continuará negociando "profundamente", tanto con UGT como con CCOO, para lograr un consenso. El ministro descartó un posible pacto del que estuviera excluida UGT.

El secretario general de Empleo, Manuel Pimentel, se expresó en parecidos términos y, aunque reconoció que hay "algunas divergencias", cree que "pueden ser subsanadas si se hace un esfuerzo".

Desde la dirección del PP, el diputado Gerardo Camps fue más directo y aseguró que la actitud de UGT en el diálogo social es "preocupante", ya que "hace más un ejercicio de oposición política que de defensa de los trabajadores. Camps declaró a Efe que la posición del sindicato es "un simple boicoteo", y añadió que el problema es que "alguien en UGT nunca ha aceptado que se pueda alcanzar un acuerdo con el Gobierno del PP".

Paralelamente a estas manifestaciones, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, proponía al presidente del Gobierno, José María Aznar, que si no quiere que se produzcan movilizaciones y manifestaciones, se comprometa "públicamente" a destinar entre 225.000 y 230.000 millones de pesetas para los 296.000 parados de larga duración sin ninguna ayuda económica, mayores de 45 años y con cargas familiares.

Méndez justificó la fecha lanzada del 12 de noviembre para las posibles movilizaciones en que, en la Comunidad Valenciana, CCOO y UGT ya han convocado unitariamente, y con el apoyo de los grupos políticos de la izquierda, una manifestación para ese día contra los recortes sociales, contra el empleo precario y por las 35 horas.

En un largo encuentro de Trabajo con los dos sindicatos se intentaron resolver ayer las discrepancias que les separan para reformar el contrato a tiempo parcial. La aproximación de posiciones permitió que las conversaciones no concluyeran con un desacuerdo, que se retirase el ultimátum y que se acordase continuar el próximo lunes.

En esta próxima reunión, las centrales esperan que la Administración dé una respuesta a las diferencias sobre la jornada tope para ese tipo de contratos, las horas complementarias admisibles y la protección de desempleo para los trabajadores fijos discontinuos.