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Netanyahu fija nueve condiciones de seguridad para lograr un acuerdo en Washington

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dio ayer un giro a su actitud y dijo no descartar un acuerdo con el presidente palestino, Yasir Arafat, en la cumbre de Washington que se inicia hoy. El jefe de Gobierno israelí aseguró que "existe una posibilidad de éxito", aunque condiciona el eventual acuerdo a que la parte palestina cumpla nueve requisitos sobre temas de seguridad, entre ellos la lucha contra los activistas radicales y la entrega a la justicia israelí de los palestinos acusados de actos terroristas.

"Pienso que hay posibilidades de éxito si los palestinos, y sólo los palestinos, cumplen totalmente sus responsabilidades contraídas con los acuerdos de Oslo, la principal de las cuales es la lucha contra el terrorismo", aseguró ayer Netanyahu pocas horas antes de salir hacia Estados Unidos.El primer ministro trataba con estas palabras de última hora matizar una declaración formal de su Gobierno efectuada el día anterior, al conocerse el asesinato de un ciudadano israelí en las cercanías de Jerusalén, según la cual este suceso cerraba el camino a un posible acuerdo en Washington con los palestinos. [Eso les hubiera gustado a los colonos y militantes de extrema derecha que anoche se manifestaron en Jerusalén contra cualquier pacto de ese tipo. Sgún informó France Presse, varios miles de manifestantes llenaron la plaza de París, cerca de la residencia del primer ministro, y cortaron el tráfico para advertir que "cualquier retirada de la tierra de Israel constituye un peligro mortal para los judíos.]

Las declaraciones matizadas de Netanyahu eran el fruto de una larga conversación telefónica, de cerca de 40 minutos de duración, mantenida la noche anterior con la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, quien le criticó duramente este tipo de salidas que hipotecan las negociaciones.

Al margen de la polémica, Netanyahu salió ayer hacia Washington con una lista de nueve exigencias sobre temas de seguridad que planteará a los palestinos como condiciones previas a cualquier tipo de acuerdo. Entre los principales puntos de este memorándum reivindicativo se encuentra el compromiso a mantener una lucha "sistemática y concreta contra el terrorismo", la seguridad de cooperar "sin restricciones" con las fuerzas israelíes en temas de seguridad, la reducción de los efectivos policiales de Yasir Arafat, la confiscación de las armas ilegales y la extradición de los sospechosos de actos terroristas.

Arafat también salió ayer hacia Washington, vía Londres, donde se entrevistó con el primer ministro británico, Tony Blair, y con el delegado de la UE para Oriente Próximo, Miguel Ángel Moratinos, para tratar las garantías internacionales en torno al presumible acuerdo para que Israel cumpla lo pactado. [Fuentes palestinas aseguraban esta madrugada en Washington que los negociadores se encontraban muy cerca de lograrlo. "Hemos alcanzado un buen acuerdo de principio sobre los temas de seguridad", señaló a France Presse un delegado palestino.]

Clinton recibirá hoy a Netanyahu y Arafat para establecer las reglas de juego de la cumbre de tres días que ambos líderes sostendrán en Wye Plantation, una finca de la costa de Maryland, no lejana a la capital estadounidense. Tras esa primera conversación, los tres comparecerán ante la prensa en los jardines de la Casa Blanca.

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Tres días para negociar

Netanyahu y Arafat partirán luego hacia Wye Plantation acompañados por Albright. Clinton se les sumará horas después, pero tan sólo para dar por abierta la cumbre y presidir una reunión y una cena. El viernes, el presidente norteamericano lo dedicará a la recogida de fondos electorales. Esta vez irá a Chicago y San Luis. Ante las críticas de los republicanos, que acusan al presidente de no hacer otra cosa que recaudar dinero para sus campañas políticas, la Casa Blanca precisó ayer que Clinton estará el sábado y el domingo "a disposición" de la cumbre, "si se requiere su ayuda".Joe Lockhart, el nuevo portavoz de la Casa Blanca, adelantó que no cabe esperar una información puntual sobre la evolución de las conversaciones. "No pretendemos que las discusiones sean contadas en directo por los periódicos y cadenas de televisión", advirtió. Lockhart citó a Clinton para subrayar que el trabajo es mucho y difícil.

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