Rusia descarta la nacionalización de los bancos con problemas

El primer ministro de Rusia, Yevgueni Primakov, aseguró ayer que el Gobierno no apoyará las propuestas de nacionalizar los bancos con problemas. Mientras, Víktor Gueráshchenko, el gobernador del banco central, dijo que el sistema bancario no puede ser salvado totalmente, pero que los bancos pequeños y medianos que facilitan los pagos a nivel regional deben ser conservados.

Primakov se quejó de que después de la crisis financiera desatada el 17 de agosto continúa la fuga de capitales (entre 1.500 y 2.000 millones de dólares mensualmente, de 200.000 a 280.000 millones de pesetas) y preguntó a los banqueros extranjeros con los que se reunió ayer su opinión sobre el porcentaje de esta suma que sale por vía ilegal. No se sabe cuál fue la respuesta de los banqueros, la inmensa mayoría de los cuales se encuentra con serios problemas después de la devaluación del rublo y la moratoria del pago de la deuda.

Gueráshchenko, que participó en esa reunión, dijo que ha mantenido varios encuentros con los gerentes de los bancos para discutir qué entidades regionales hay que conservar. "A excepción del Sberbank, que es una entidad bastante especial, no hay ningún banco que esté presente en todo el país", manifestó el gobernador, y "precisamente por eso deben ser conservados los bancos pequeños y medianos".

Privatización aplazada

El Fondo de Propiedad Federal anunció que la subasta de un segundo 25% de la telefónica rusa Sviazinvest ha sido cancelada por la crisis. El precio de salida de ese 25%, fijado en 6.490 millones de rublos, ha perdido valor drásticamente (el dólar estaba a poco más de 6 rublos antes de la crisis y ahora está a más de 15).La venta del primer 25% de las acciones del monopolio telefónico ruso, en julio de 1997, desató la primera crisis de la élite empresarial que se había unido en 1996 para asegurar la reelección de Borís Yeltsin. En la puja participó Telefónica, pero perdió frente al consorcio formado por Oneximbank, el Deutsche Bank y George Soros.