Frío en los huesos

Le escribo en nombre de dos comunidades de vecinos del barrio de Cuatro Caminos, en Madrid, que han delegado en mí porque soy una de las principales afectadas del problema que le voy a comentar debido a mi edad y especiales circunstancias.Tengo 80 años, vivo sola y me enfrento a un nuevo invierno con miedo al frío y a la enfermedad debido a la actitud de Gas Natural (compañía con la que tengo formalizado contrato desde diciembre de 1997) y a la empresa instaladora de gas Burner House, SL.

Gas Natural es un monopolio que hasta el día de hoy ha sido incapaz de emprender ninguna acción que posibilite la finalización de una instalación de nueva obra que se pagó y contrató en julio de 1997 a la empresa con la que regularmente trabaja Burner House, para que suministre gas a 20 familias que, como yo, se enfrentan a un invierno sin saber si van a tener agua caliente, calefacción y/o gas para cocinar cada día.

Gas Natural es, al menos, responsable subsidiaria de esta situación, pues es también moralmente responsable del proceso que va desde el momento en que un consumidor decide poner gas natural en su vivienda hasta el feliz día en que lo tiene suministrado y puede hacer uso del mismo.

Después de haber realizado varias denuncias en el Ministerio de Industria, en la oficina de la Organización Madrileña de Información al Consumidor (OMIC), en la Comunidad Autónoma de Madrid y en otros organismos de defensa de los consumidores, lo único que podemos hacer es informar a la ciudad de Madrid de la inoperancia de Gas Natural (el jefe de Obras del Distrito de Tetuán dice que no pueden hacer más).

No hacen sino esconder la situación de muchas personas que, como yo, están desprotegidas, indignadas y solas frente a compañías y empresas que nos hielan los huesos. Parece mentira que en el centro de Madrid y al borde del siglo XXI nuestro mayor miedo y preocupación sea el frío.-