Plan de emergencia en Portugal para luchar contra la corrupción
Tras una polémica semana en la que quedaron al descubierto enormes lagunas del sistema administrativo y judicial portugués en el combate contra la corrupción, el primer ministro, Antonio Guterres, anunció anoche un plan de medidas urgentes para luchar contra los corruptos y acabar con la falta de confianza de los ciudadanos en las instituciones democráticas. En un mensaje difundido a todo el país, Guterres anunció para "muy corto plazo" una Ley de Protección de Testigos, severos castigos para los que obstruyan la información bancaria y fiscal y una revisión de la Ley de Financiamiento de los partidos políticos que incluya una reducción de los gastos en las campañas electorales.La crisis comenzó con unas polémicas declaraciones del ex presidente de la Junta Autónoma de Carreteras al semanario Expresso. El general García dos Santos denunciaba que el citado organismo, dependiente del Ministerio de Planeamiento, que dirige João Cravinho, era un foco de corrupción que servía para la financiación ilegal de algunos partidos políticos, hechos que, según decía, eran bien conocidos por el actual Gobierno.
Posteriormente, se supo que el citado militar, uno de los héroes del Veinticinco de Abril, había informado de tales irregularidades al ministro de Finanzas, António Sousa Franco, quien a su vez los comunicó al fiscal general del Estado. La denuncia inicial no sólo no obtuvo ningún resultado en el ministerio público, sino que el ministro responsable no fue informado de tales irregularidades hasta que el asunto llegó esta semana a los medios de comunicación. La descoordinación en el seno del Gobierno y la ineficaz actuación de la Fiscalía General del Estado provocaron una incontenible irritación del ministro de Planeamiento, João Cravinho, quien no ha dudado en calificar el asunto como "una gravísima crisis del régimen democrático".
Esta situación y el bloqueo o la prescripción de los sumarios más importantes abiertos en Portugal sobre casos de corrupción desataron ayer la enérgica reacción de Guterres, tras un día de intensos contactos con todos los afectados. En su mensaje televisado, el primer ministro reconoció la "profunda falta de confianza de los ciudadanos en el combate contra la corrupción y el castigo a los corruptos", si bien, matizó, los hechos que han desencadenado esta polémica "son anteriores a la toma de posesión de este Gobierno" y corresponden a la etapa del ex primer ministro conservador, Aníbal Cavaco Silva.
Guterres anunció una Ley de Protección de Testigos "que refuerce las garantías de todos aquellos cuya declaración es indispensable para esclarecer los hechos" y "facilitar los mecanismos a disposición de las autoridades judiciales para incentivar la colaboración de los corruptos activos en estos casos". Guterres informó también de que se pondrá en marcha "una revisión de la Ley de Financiamiento de los partidos políticos" que "incluya la reducción de los gastos en las campañas electorales".
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