El consejero de Fomento, de nuevo en el centro de la discordia

La junta local de Gijón volvió a actuar el pasado jueves, en el debate parlamentario sobre el estado de la región, con mayor virulencia contra Marqués que en la dirección regional del partido. El secretario general del PP de Asturias y portavoz parlamentario, Reinerio Álvarez Saavedra, reclamó aclaraciones a Marqués sobre los procedimientos de adjudicación de obras, pero no fue más allá de una simple insinuación de supuestas graves irregularidades. Marqués lo acusó de seguir un guión dictado por Cascos y le amenazó con los tribunales si reiteraba sus dudas sobre la honradez de su Gobierno. Minutos después, el diputado del PP por Gijón, Manuel García Santoveña, rebasaba con creces, en la forma y en el fondo, a su secretario general y portavoz parlamentario.García Santoveña, un hombre de Cascos, imputó al Gobierno de Marqués, y en particular a su consejero de Fomento, Juan José Tielve, la comisión de "irregularidades" en los concursos para elaborar proyectos de infraestructuras; "maquinación para defraudar en los proyectos y obras con cargo a los fondos mineros" y "tráfico de influencias" al conceder sin concurso público, según Santoveña, a una consultora de Cantabria, Apia XXI, la redacción del proyecto de la futura autovía entre Mieres y Gijón. Santoveña afirmó que Tielve obliga a las constructoras a encargar los proyectos a Apia XXI.

El Gobierno del Principado presentará esta semana demanda judicial contra el diputado por sus acusaciones. Juan José Tielve es un antiguo colaborador del alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, quien lo promovió a consejero de Fomento con el propósito de tener un aliado dentro del Gobierno regional. Por causas que ninguna de las partes han explicado todavía, De Lorenzo retiró su confianza a Tielve y logró que Cascos lanzara una ofensiva contra él, vetando su intervención en varios actos públicos a los que había acudido como representante oficial de la comunidad autónoma asturiana, y exigiendo finalmente el 6 de junio su destitución a Sergio Marqués bajo la amenaza, en caso contrario, de abrirle expediente disciplinario en el partido al presidente de Asturias. Fue el detonante de la crisis.